Encontrar alojamiento en Budapest es fácil y económico, excepto si buscas quedarte en una cadena hostelera. Para nuestra suerte, actualmente se ha puesto de moda en las grandes capitales europeas reformar pisos y convertirlos en pequeños hoteles, pudiendo reservar una habitación y compartiendo las zonas comunes como la cocina y los baños, y Budapest ofrece una gran variedad en esta modalidad. Si estáis pensando en viajar a la capital húngara y no sabéis dónde alojaros, hoy os enseño el lugar que elegí y mi sincera experiencia por si os sirve de ayuda.
Cuando empecé a planear el viaje a Budapest tenía claro que prefería la comodidad de un apartamento para poder tener la independencia que tengo en mi propio piso, no quería tener que esperar para usar un baño compartido, ni no poder dormir por el ruido que hay a veces en los pasillos y habitaciones de un hotel o de un piso hotel. Normalmente suelo recurrir a Booking para realizar las reservas de mis viajes y esta vez no iba a ser menos. Como tengo experiencia en reserva sitios baratos y que luego la realidad no corresponde con las fotografías que enseñan, en el buscador marco la casilla de la puntación y deben tener al menos un 8 para quedarme tranquila.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de decantarme por un alojamiento es su ubicación. De nada sirve un hotel barato si está muy alejado de la zona que queremos visitar, al final compensa pagar un poquito más y evitar largas caminatas innecesarias. Garden Apartments se encuentran a un par de minutos de la avenida Andrassy y de la ópera, y a menos de 10 minutos del Parlamento, además tiene cerca líneas de metro que conectan con toda la ciudad y numerosos restaurantes para comer.
Su ubicación exacta es 1073 Budapest, Kertész u. 27 y para llegar desde el aeropuerto hay que tomar el autobús de la línea 200E y bajar en la estación Kòbánya-Kispest, allí hay que coger la línea 3 de metro dirección Újpest-Központ y bajar en Deák Ferenc tér donde haremos trasbordo con la línea 2 para bajarnos en Blaha Lujza tér. Desde aquí caminaremos menos de 5 minutos para llegar al apartamento.
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Aunque pueda parecer un lío, tranquilos, es súper fácil y en la estación de Köbánya-Kispest hay vigilantes para ayudar, además de los turistas españoles que están en vuestra misma situación y entre todos conseguiréis llegar. El trayecto desde el aeropuerto hasta el destino son 450HUF por persona, algo más de 1€. Otra opción si no os importa gastar el dinero, es tomar un taxi desde el aeropuerto que tienen precios fijos a las distintas zonas de la ciudad. Obviamente esta es la opción cara, pero si llegáis con un horario nocturno no os quedará otra opción ya que la línea de autobús termina a las 23:00.
Para realizar la reserva tendréis que hacerlo en su página en booking, pinchando aquí, y como veréis tienen 3 opciones para elegir. Lo bueno es que no piden dinero por adelantado ni hacen ningún cargo antes de tiempo y, una vez allí, podréis pagar tanto en euros como en florines. Otro de sus puntos a favor es que, a pesar de que la hora de entrada es a las 16:00, si al reservar le pedís entrar un poco antes, lo hacen encantados y sin cargos adicionales.
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El apartamento consta de un espacio único donde encontramos una cama matrimonial, un pequeño «saloncito», una pequeña cocina y un baño privado con ducha.
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La cocina no tiene demasiados utensilios (de hecho no tiene vitrocerámica y, por lo tanto, no tiene ollas o sartenes), pero sí los básicos si decides llevarte la comida a casa como platos y vasos, un microondas para calentar comida, un minifrigorífico y un calentador de agua eléctrico.
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La zona de salón-comedor consta de un sofá de dos plazas y una mesita de centro, una mesa de comedor y dos sillas. El sofá es confortable y viene muy bien tener un espacio así si algún día no nos apetece salir a desayunar o cenar.
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El baño tiene una ducha con agua caliente durante todo el día, un lavamanos con espejo y un secador de viaje por si lo necesitamos, algo muy útil ya que cuando viajas con una maleta de mano las chicas preferimos no tener que cargar con el secador y dejar espacio a algo más importante. Otro punto a su favor es el toallero radiador que, además de mantener el baño caldeado, deja las toallas calentitas.
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La cama es muy cómoda, aunque yo cambiaría las almohadas que son excesivamente finas y para poder descansar bien tuve que recurrir a usar algún cojín. Hay un nórdico para cada uno, así que no hay problemas de que acabes en mitad de la noche sin manta.
Por último, señalar que el piso tiene calefacción así que no pasaréis frío en ningún momento, y parece que se ha reformado hace poco, ya veis que la decoración es moderna. Además no es ruidoso, por lo que podréis descansar tranquilamente a cualquier hora del día.
¿Recomendaría Garden Apartments para vuestro viaje a Budapest? Por supuesto; como ya os comenté los hoteles en Budapest son bastante caros y para descansar no necesitas irte a una cadena hotelera, sino saber elegir un sitio que te ofrezca lo que necesitas. Además la calidad/precio que ofrecen está bastante ajustado (también dependerá de la antelación con la que reservéis), en nuestro caso pagamos 67€ por tres noches, por lo que sale a 10€ por persona y día.
¡Espero que mi opinión os sirva de ayuda, y que si os decidís por estos apartamentos os gusten!