Comienza nuestra ruta de 6 días por las Azores y no podía ser de otra forma que recorriendo una parte muy importante de su historia y su forma de vida: conociendo las plantaciones tropicales de Sao Miguel.
Gran parte de la esencia de la isla se debe a su clima y sus paisajes, pero también a la riqueza de sus suelos, lo que la convierten en la única de zona de Europa donde es capaz de crecer la piña y el té.
Hoy os propongo empezar a conocer la mayor de las Azores de una forma diferente; a través del gusto.
¿ME ACOMPAÑAS A RECORRER LAS PLANTACIONES TROPICALES DE SAO MIGUEL?
QUÉ VEREMOS HOY.
- Plantación de piñas Anases Arruda.
- Ananas dos Açores
- Chá Gorreana.
- Plantación de Té Porto Formoso.
- Porto Formoso.
- Mirador Ponta do Citrao.
- Ponta Delgada.
Dulce con pequeños toques cítricos. A eso sabe Azores.
No, no me he vuelto loca. Pero si hay algo representativo de las islas Azores son las plantaciones tropicales de Sao Miguel. Y aquí es donde comienza la primera parte de nuestro día; visitando las plantaciones de piñas.
Para ello tenemos que conocer un poquito del por qué de estas plantaciones. Originalmente, la piña se cultiva en Centroamérica y Sudamérica. Durante el siglo XVIII se extendió hacia Asia y Europa, gracias al principal medio de transporte de esa época: los barcos.
Y aquí es donde entra en juego Sao Miguel. Ya que era un lugar de parada antes de continuar a Centroeuropa.
Los azoreños pronto se dieron cuenta de que, si aprovechaban la humedad de su clima y la calidad de sus suelos volcánicos, podían conseguir plantaciones como las de sus vecinos del otro lado del charco.
La producción ganó importancia en el siglo XIX, por lo que en 1864 se construyó el primer invernadero industrial para exportar piñas al resto de Europa, donde se consideraban un producto de lujo.
Y con toda esta información, ya podemos empezar nuestra visita a las plantaciones tropicales de Sao Miguel.
ANANASES ARRUDA
Empezamos el día visitando la plantación de piñas Arruda. Se encuentra en el barrio de Faja de Baixo.
La plantación recibe este nombre por su fundador, Augusto Arruda, que a principios del siglo XX convirtió una antigua plantación de naranjas en una casa con una plantación de piñas para cuidar en su tiempo libre.
En la visita (por libre) encontraremos varios invernaderos con carteles que indican la fase de crecimiento de las piñas. Aunque no hay nadie que explique estas fases, sí que nos facilitan folletos con toda el proceso. Aunque son unos 8 pasos, podríamos dividir estas fases en tres principales.
Para los curiosos aquí las tenéis:
- Las primera fase o producción, comienza seleccionando los bulbos de las plantas que ya han dado frutos en el pasado. De una misma raíz se pueden generar hasta 5 plantas nuevas. De esta forma se pueden elegir los mejores ejemplares.
Se plantan y, cuando adquieren el tamaño apropiado, se crea una cama con hojas, tierra y serrín. Además se retira todo el material de la anterior cosecha y se desinfecta el invernadero. - Pasamos ahora a la segunda fase, la maduración. Cuando esta plantita adquiere una raíz de unos 30 centímetros, se plantan en línea dejando 50 cm entre plantas y 60 cm entre hileras. Pasados 6 meses se realiza una práctica muy curiosa. Para que todas las piñas florezcan más rápido, se fertilizan con la fumigación por humo.
- La tercera y última fase corresponde a la recolección. A partir del mes 19, todas las piñas listas, empiezan a recolectarse y venderse localmente.
La visita es bastante rápida, dependerá de la cantidad de fotos que queráis hacer de las piñas (¡creedme cuando os digo que no podréis parar!).
El recinto se organiza alrededor de un estanque, donde se disponen todos los invernaderos y una tienda de souvenirs con la piña como protagonista.
ALGUNOS DATOS CURIOSOS SOBRE LA PLANTACIÓN DE PIÑAS
❉ El fruto de estas plantaciones no se exporta, está dedicada al consumo local y la venta al turista, que llega a pagar 6€ por pieza tras probar su calidad.
❊ La piña es una planta perenne que solo produce un único fruto cada dos/tres años.
❉ En cada vivero se producen unas 700 piñas.
❊ Los invernaderos están encalados en su parte sur para bloquear el paso del sol y cerrados por completo para evitar la circulación del aire.
❉ Los rayos del sol provocan que la piña madure más rápido, algo que puede estropar su sabor, por lo que los frutos de las plantas más cercanas a las paredes del invernadero son desechados.
ANANAS DOS AÇORES
Nos desplazamos unos minutos en coche para llegar a la que sería la segunda parada recorriendo las plantaciones tropicales de Sao Miguel: Ananas dos Açores.
De nuevo, el acceso es gratuito. Aunque en situaciones normales hacen visitas guiadas cada 30 minutos, el COVID-19 ha provocado muchos cambios en el turismo; uno de estos cambios es que las visitas pasan a ser por libre igual que ocurre en Arruda.
La visita es muy parecida a la anterior. Encontraremos los invernaderos con las diferentes fases y un recorrido por todo el proceso que se sigue para conseguir este rico fruto.
Al terminar la visita, la plantación ofrece una pequeña degustación de productos de producción propia. En nuestro caso, una pequeña tostada con mermelada de piña y un chupito de licor de piña.
Siendo sincera y, si tuviese que elegir una de las dos plantaciones, me quedo con Ananas Arruda. Me pareció mucho más bonita y cuidada y con las fases mejor diferenciadas; pero también hay que tener en cuenta que ahora mismo están `prohibidas las visitas guiadas y quizás eso habría equilibrado la balanza.
Si disponéis de tiempo suficiente, yo incluiría ambas ya que ambas visitas se complementan.
¿POR QUÉ HAY PLANTACIONES DE TÉ EN AZORES?
Cambiamos de tercio en nuestra visita a las plantaciones tropicales de Sao Miguel, y nos pasamos al té.
Para visitar las dos plantaciones y fábricas de té, debemos conducir hacia el norte de la isla. Ambas están cerca así que nos viene genial en nuestra ruta.
Y de nuevo, os cuento un poquito sobre la historia de este cultivo. El responsable fue Jacinto Leite que, alrededor de 1820, inició la primera plantación utilizando semillas que adquirió en un viaje a Río de Janeiro.
Durante el siglo XIX, São Miguel sufrió una crisis en el comercio de naranjas, lo que provocó un crecimiento en la producción de té. A mediados del siglo XIX ya se producían 250 toneladas. Pero no todo es tan sencillo y, con la primera guerra mundial y las políticas aduaneras que protegían el té de Mozambique hicieron que se cerraran 9 de las 14 fábricas originales.
Actualmente sólo 2 permanecen activas.
CHÁ GORREANA
En pocos kilómetros llegamos a nuestro siguiente alto en el camino.
La plantación más famosa es Chá Gorreana, fundada en 1883 por la familia Gago de Camara. La fábrica presume de ser la última gran plantación de té de Europa, y eso bien merecía una visita a sus instalaciones.
Nada más acceder podremos encontrar la zona de maquinaria. La visita se realiza de nuevo por libre, aunque hay varios vídeos explicando todo el proceso. Incluso podremos ver en directo cómo embolsan el té.
Al final del recorrido encontraréis una cafetería donde probar y comprar el té.
Pero esto no es lo mejor de la visita. Chá Gorreana permite el acceso a sus plantaciones. El color verde intenso tiñe la freguesía de Maia desde que abrieron, conquistando a los amantes del té puro. La plantación ocupa unas 32 hectáreas, por las que caminar y realizar rutas de senderismo circulares; siempre con cuidado y respeto para no estropear los cultivos. Aproximadamente unos 3,5 km que se hacen en unos 90 minutos.
Las especialidades de la fábrica son té negro, verde y té semi fermentado. En total se producen unas 33 toneladas al año.
Aunque no seáis amantes del té, las plantaciones merecen una visita. Por un momento te transportas a los campos de té chinos. ¡No os la perdáis!
Antes de la siguiente visita decidimos parar a comer, en un pequeño pueblo Sao Bras. El nombre del restaurante era Restaurante o Emigrante y os lo pongo únicamente para dejaros una recomendación: evitad comer allí.
Todo lo que pedimos tenía un sabor nada agradable, como a vinagre. Quiero pensar que fue un mal día, porque en TripAdvisor las opiniones no son malas; `pero a nosotras no nos sentó nada bien la comida.
PLANTACIÓN DE TÉ PORTO FORMOSO
La segunda y última plantación de té de Sao Miguel es Chá Porto Formoso.
Lo primero que debéis saber de esta fábrica es que cuenta con un aparcamiento de únicamente 6 plazas, por lo que tendréis que esperar a que queden plazas libres para aparcar e iniciar vuestra visita.
Ya el logo y símbolo de la empresa nos hace ver que estamos en un lugar que cuida los detalles y que se han preocupado además por la decoración del lugar.
De nuevo hay zonas que hacen de visita cultural y nos muestra los artilugios y maquinarias utilizadas, especialmente entre los años 20 y 80 del siglo XX. Tras un vídeo donde nos explican los tipos de té y su realización, nos permiten degustar una de las 4 variedades que `producen: Orange Pekoe, Pekoe, Broken Leaf, Mixtura.
Podréis comprar cualquiera de estas variedades en la tienda. El precio es más económico que en Chá Gorreana.
En esta ocasión no podremos visitar las plantaciones, pero disponen de una terraza con unas vistas impresionantes que os transportarán al exotismo de Asia.
Dejamos atrás las plantaciones tropicales de Sao Miguel para visitar un poquito de sus pueblos y, antes de poner rumbo a Ponta Delgada hacemos un alto en el camino para conocer un poquito más de Porto Formoso.
Este pequeñito pueblo tiene menos de 1500 habitantes y lo más importante y característico es su iglesia, que recuerda mucho a la arquitectura de las Islas Canarias (especialmente de Lanzarote) y el puerto junto a la playa Dos Moinhos, cerca de la iglesia principal.
Salvo esto, el pueblo no ofrece mucho más; eso sí, la visita no os llevará más de 15 minutos.
PORTO FORMOSO
Antes de marcharnos de esta zona, decidimos hacer una parada en el pequeño pueblo de Porto Formoso.
Como interés turístico hay que señalar su iglesia, construida en piedra volcánica y el puerto.
¿QUÉ VISITAR EN PONTA DELGADA?
La última parte del día está dedicada a la capital de la isla, Ponta Delgada.
Lo bonito de la ciudad es, de nuevo, el uso de la piedra volcánica incluso en los adoquines de sus calles. La mayoría de los edificios siguen el estilo manuelino tan típico de Portugal, pero con un toque propio que lo hace tan peculiar.
Se podría decir que se siente la influencia del carácter latino, no solo en las plantaciones tropicales de Sao Miguel, también en el ambiente. La simbiosis perfecta de dos continentes que sentían la necesidad de unirse. Eso es Ponta Delgada.
En vuestro paseo por la ciudad encontraréis varios edificios y plazas donde parar a contemplar el pasado de Azores. ¿Queréis saber cuáles fueron mis favoritos?
- El mercado de Graça: Es el típico mercado de abastos donde encontrar comida y artesanías típicas. No os perdáis los quesos (creo que son los más ricos que he probado nunca), la zumería con frutas tropicales como la piña o maracuyá y los puestos de ñame, chirimoyas o patata dulce.
- Praça do Municipio y Cámara municipal: Es la plaza donde se encuentra el ayuntamiento. Se llega a él a través de una pequeña escalinata desde la que veréis toda la plaza. Justo frente a él hay una fuente que aparece en todas las fotos que encontraréis en internet.
- Iglesia Matriz de San Sebastián: Construida entre 1531 y 1547, lo más característico es su campanario blanco coronado por un reloj. Está construida con piedra volcánica y tonos blancos que se integran perfectamente en el ambiente relajado de la isla. Frente a ella se encuentra el Café Central, famoso por su pastel de piña.
- Puertas de la ciudad: Muy cerca de la iglesia se encuentran estas puertas con tres arcos. Son un símbolo para Ponta Delgada, De nuevo vemos los mismos materiales y colores, dando a la ciudad un estilo muy marcado.
- Fuerte de São Bras: Durante mucho tiempo fue utilizado a modo de defensa, ya que la isla sufría constantes ataques piratas en el siglo XVI.
- Casa do Campo de São Francisco: Es una antigua casa señorial del siglo XVIII que sigue el mismo estilo arquitectónico que el resto de la ciudad.
El día llega a su fin.
Para mañana tenemos planeada una ruta que incluye varios miradores y mucha naturaleza. No os perdáis la siguiente entrada si queréis seguir conociendo Azores.
¡Muchas gracias por leerme!