Existen pocos sitios inexplorados en el mundo. Por eso cuando vemos un lugar desconocido, nos resulta «exótico» y capta nuestra atención.
Yo lo tenía claro. Yo necesitaba visitar Palestina en un día, al menos, para no quedarme con esa espinita. El hecho de haber escuchado tanto sobre el país y que fuese algo «prohibido» no hacían más que aumentar las ganas de ver qué maravillas ocultaba.
Palestina o Cisjordania, un lugar tan místico, tan oculto y a la vez con fama de un pueblo amable. El lugar donde transcurren tantos pasajes bíblicos. El lugar con más años a la historia de su pueblo.
Era inevitable que las ganas de cruzar la frontera nos llamasen. Si; el día de hoy está dedicado a visitar Palestina en un día.
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UN POCO DE ORDEN ANTES DE VISITAR PALESTINA EN UN DÍA
¿ES SEGURA PALESTINA?
¿Para qué andarnos con rodeos?
Seguro que la mayoría de personas que llegáis a esta entrada tenéis la misma duda. Y no es de extrañar. Durante años estamos hastiados de ver noticias donde cuentan ataques terroristas y conflictos en la franja de Gaza.
Siendo sinceros, la situación política de Palestina es lo suficientemente (llamémoslo) especial como para informarse y tomar precauciones antes de viajar. Si buscamos la recomendación del Ministerio de Asuntos Exteriores, seguramente lo eliminaríamos de nuestra ruta (pero también lo haríamos con países europeos a los que no tenemos tanto reparo).
Lo cierto es que el turismo en las principales zonas es muy seguro. Sí; nunca se sabe cuando puede cambiar. Pero no podemos vivir con miedo.
Mi recomendación es que disfrutéis la visita, evitando situaciones provocativas relacionadas con la religión o temas políticos y manifestaciones o protestas.
Nuestra experiencia en Palestina fue de lo más placentera y en ningún momento sentimos miedo o inseguridad.
Aunque las noticias y el desconocimiento generalizado de la situación pueden acobardar a la hora de visitar a Palestina, Cisjordania es un destino seguro y muchos los turistas la visitan a diario. Los palestinos son muy amables con los extranjeros y guardaréis un bonito recuerdo.
CÓMO DESPLAZARSE A PALESTINA DESDE JERUSALÉN
¡Qué ironía!
Dos ciudades tan cercanas (únicamente las separa 9 kilómetros) y tan lejos en todo lo que las concierne. Incluso en lo que a cruzarlas se refiere. Palestina no tiene aeropuerto, por lo que la única forma de llegar es por vía terrestre y los únicos puntos de acceso son Israel y Jordania.
Yo únicamente puedo informar con exactitud sobre cómo cruzar desde Jerusalén; ya que fue lo que nosotros hicimos. ¿Y bien?
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- Autobús: En la estación de autobuses de Jerusalén, cerca de la esquina de Nablus Rd; sale cada día un autobús (la línea 21). Va directo a Belén y evita el puesto de control principal.
- A pie: En este caso tenéis dos opciones. Dejar vuestro coche cerca del puesto de control y cruzar a pie o tomar la línea 124, con parada en el puesto de control de Belén. Atravesaréis el control andando y podréis tomar un taxi al otro lado.
- Taxi: Nuestra elección. Nosotros aparcamos cerca del puesto fronterizo y allí buscamos un taxi. Una opción muy cómoda, y te quitas los nervios de cruzar a pie (aunque ahora me hubiese encantado tener esa vivencia).
El problema es que acordamos con el taxista que nos llevase durante todo el día y visitar todo y terminó intentando estafarnos. Salvo eso, es una buena opción si acordáis el recorrido paso por paso desde el inicio.
Está prohibido cruzar el coche de alquiler desde Israel. Los seguros no cubren en la zona Palestina, es mejor que evitéis intentarlo y ahorraros así un problema.
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Y ahora sí, con las dudas básicas resueltas, ¿empezamos el recorrido?
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JERICÓ, LA CIUDAD MÁS ANTIGUA DEL MUNDO
Jericó aparece mencionada en las sagradas escrituras en más de 70 pasajes. Era conocida como la Ciudad de las Palmeras y es uno de los lugares que no debéis perderos bajo ningún concepto.
Se encuentra a 258 metros bajo el nivel del mar, muy cerca del Río Jordán. Esto la convirtió en una ciudad oasis; con tierra fértil en pleno desierto por lo que ha sido habitada desde el año 10.000 a.C.
Lo que hace de ella la ciudad más antigua del mundo siempre poblada.
¿QUÉ VISITAR EN JERICÓ?
Jericó tiene varios lugares de interés. Nosotros únicamente visitamos dos porque elegimos al peor taxista de la historia (os contaré el final); pero si decidís hacer una parada aquí no olvidéis que tiene algunas joyas como el yacimiento arqueológico de Tell es-Sultán (a 2km de la ciudad), donde se encuentra la segunda construcción más antigua del mundo; la antigua muralla de Jericó.
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Justo frente al recinto se encuentra la Fuente de Eliseo o Ein as-Sultan, un manantial con el que se abastece la ciudad. También podéis visitar el hipódromo de Tell es-Samrat y los restos de los palacios de Herodes de Tulul Abu el-Alaiq reconvertido en lo que se la sinagoga más antigua del mundo la Sinagoga de Wadi Qelt..
EL MONTE DE LA TENTACIÓN
El Monte de la Tentación se considera el lugar donde Jesús fue tentado por el diablo durante su ayuno de 40 días.
También es conocido como Monte Quarantania o Jabal Quruntal en árabe. El lugar fue «identificado» por la emperatriz Helena de Constantinopla, en una de sus peregrinaciones a Tierra Santa; concretamente en el año 326 DC.
Se sitúa a 11 kilómetros de la ciudad de Jericó y mide unos 366 metros de alto.
MONASTERIO DE LA TENTACIÓN
Excavado en una de las laderas del monte, algo camuflado entre las rocas, se encuentra el Monasterio de la Tentación, el sitio donde el diablo tentó a Jesús para que abandonara a Dios.
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El primer monasterio fue construido en el siglo VI por los bizantinos. Con el tiempo, los Cruzados construyeron dos iglesias: una en una cueva a mitad del acantilado y una posterior sobre la cumbre del monte.
Fue en 1895, cuando el monasterio ortodoxo griego actual se levantó alrededor de una cueva que dice contener la piedra donde Jesús se sentó durante su ayuno.
Podéis llegar al monasterio a través del teleférico o a pie, un trayecto que dura menos de media hora.
La entrada es gratuita y el interior precioso. Además, las vistas una vez que lleguéis al balcón dejan sin aliento.
EL PUNTO MÁS BAJO DEL PLANETA, EL MAR MUERTO
Aunque hay muchos lagos salados en nuestro planeta, si hay uno mundialmente conocido, ese es el Mar Muerto.
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El Mar Muerto roza tres países, Jordania, Israel y Palestina. Es el punto más bajo del planeta, con 430,5 metros bajo el nivel del mar. Además, también es el lago salino más profundo del mundo, con 304 metros. Aunque, al contrario de lo que pensamos, hay otros lagos más salados que este.
Algo que deberíais saber antes de visitarlo es que, aunque a priori pueda no parecerlo, en su agua influye la época en la que lo visitemos.
¿Esto qué quiere decir? Muy a mi pesar, que si viajáis en meses invernales, el agua estará muy muy muy fría. Al contrario, en los meses de verano, el agua está demasiado caliente. Para que os hagáis una idea, de Noviembre a Marzo, puede llegar a los 8ºC o 10ºC. En cambio en los meses de verano; mientras en Junio, Julio y Agosto, se alcanzan los 47ºC.
A cambio, ofrece propiedades terapéuticas en enfermedades de la piel, pulmonares, cardiovasculares y reumatológicas. Todo dependerá de si sois demasiado fríos o calurosos para sumergiros en él.
ALGUNOS CONSEJOS SI VISITÁIS EL MAR MUERTO
- No debéis meter la cabeza bajo el agua.
- Evitad que os entre agua en los ojos (o frotarlos con las manos mojadas), escuece mucho.
- Tened en cuenta que si tenéis heridas o estáis recién depilados, seguramente os escocerá al entrar en el agua.
- Quizás es obvio, pero bajo ningún concepto bebáis agua del Mar Muerto.
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- La sal del Mar Muerto es corrosiva. Si lleváis joyería o relojes, es recomendable quitárselos antes del baño.
- ¡Llevad sandalias! El fondo está cubierto de sal solidificada y sin ellas es imposible entrar en el agua.
- No está permitido el baño en todo el Mar Muerto, incluso en algunas zonas es peligros. Buscad las zonas adaptadas y preparadas para el baño.
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¿Y NUESTRA EXPERIENCIA?
Muy a mi pesar tengo que decir que, ya sea por la parte jordana o de nuevo por Israel, tendré que volver.
Nos quedamos sin poder probar si flotaríamos o no. Justo ese día hacía mucho frío (incluso nos granizó) y, salvo Joan, a ninguno nos apetecía quedarnos congelados.
Estoy segura de que no quedará pendiente en mi lista de cosas por hacer, y bañarme en el Mar Muerto será un recuerdo precioso.
(Además así tengo excusa para viajar a Jordania)
BELÉN
Llegamos a Belén, después de un trayecto en taxi de casi una hora. Es la hora de comer y paramos le pedimos al taxista hacer una parada.
Se ve que él no está por la labor de dejarnos buscar un sitio y él mismo nos lleva a un «restaurante», (seguramente del que se llevaría comisión) y nos dice que tenemos que comer ahí, que el resto no está abierto o no hay tiempo. No os puedo dejar recomendación como en otros post porque no fue una comida demasiado decente. Seguramente encontraréis algo mejor.
Aunque algo si hizo bien. Llamó a un amigo guía para que nos enseñase nuestra próxima parada. Y tengo que reconocer que fue un gran acierto.
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LA IGLESIA DE LA NATIVIDAD
La iglesia de la Natividad tiene para escribir una entrada a parte sólo sobre mi opinión. Pero vayamos primero a lo primordial.
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Si hoy en día se tiene tan claro cuáles son los lugares donde nació, vivió y murió Jesucristo es porque la biblia es un auténtico cuaderno de viaje. Los lugares que se nombran aparecen con una ubicación tan concreta y detallada, que parece imposible pensar que éste no es el lugar exacto donde María alumbró a su hijo.
Lo bonito de esto; seas o no religioso, es saber que, 2000 años después, puedes visitar el punto exacto donde ocurrió un hecho histórico tan importante.
Si leemos la Biblia, nos dice que el pesebre (pobre y de paja) que dio calor en sus primeras horas de vida al Mesías, es hoy una de las iglesias más visitadas en el mundo entero. Y, aunque hoy Belén es un lugar turístico, antaño estaba poblada (una población bastante escasa) por pastores y campesinos. Difícil imaginarlo al ver el interior de la iglesia y la cantidad de gente que quiere visitarla.
La Iglesia de la Natividad fue construida por el emperador Justiniano en el siglo VI y es hoy un complejo de 12.000 m2 conformado por varios edificios. La Basílica tiene un diseño de planta románica, con cinco pasillos con columnas corintias.
El interior de la iglesia está decorado con mosaicos dorados que cubren las paredes.
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En uno de los laterales se encuentra la escalera que lleva a la Gruta de la Natividad.
Antes de mostrar estas escaleras y la gruta me gustaría dar mi opinión. Al estar allí tuve mil pensamientos encontrados. Para empezar, la cantidad de gente intentando visitar el punto exacto del nacimiento es exagerada. Y todos deben pasar por una puerta muy estrecha tras descender por la escalera.
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Yo no soy creyente como tal, simplemente me apetecía hacer este viaje y sentir las emociones que transmiten países así en fechas tan destacadas. Pero supongo que la mayoría de los que estaban allí sí que lo eran. Para mi la religión debería ser sinónimo de paz. Paz contigo mismo y con el prójimo. Por eso me sorprende tanto que un lugar que debería transmitir eso, irónicamente enseña todo lo contrario. En ese tiempo que estuvimos esperando, vimos codazos, malas palabras y empujones para entrar antes que el resto.
LA GRUTA DE LA NATIVIDAD
Tras muchos minutos viviendo una situación bastante claustrofóbica, bajamos las escaleras que dan acceso a la Gruta de la Natividad.
Incluso para los no creyentes, el momento de la visita a este lugar es estremecedor. Pese a que la iglesia es bastante ostentosa, pasamos a una estancia de tamaño reducido y muy austera. Aquí, una estrella de plata (del año 1717) con 14 puntas marca el punto exacto del nacimiento, con una inscripción que dice: «Hic de Virgine Maria Jesus Christus natus est».
En el lado opuesto hay otro altar que indica donde se encontraba el pesebre donde María dejó al niño. Justo al lado, otro altar marca donde los Reyes Magos adoraron al niño.
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Y lo cierto es que, si conseguís dejar a un lado este fanatismo sin sentido (la gente llega a frotar su cuerpo con la estrecha), logras sentir ese misticismo que envuelve a la historia del nuevo testamento.
La música, el incienso, la sala casi en penumbra. Es sobrecogedor.
LA GRUTA DE LOS INOCENTES
Si continuamos nuestra visita en la iglesia de la Natividad, llegaremos a esta sala.
Si nos remontamos de nuevo a la época bíblica, veremos que a tan solo 5 kilómetros del establo de José y María, se encontraba el castillo del rey Herodes. Belén era una ciudad muy pequeña con menos de mil habitantes. Seguro que la mayoría ha oído la historia en la que Herodes ordena una matanza para impedir el nacimiento del mesías.
Pues bien, esta nueva gruta que tenemos ante nosotros es en memoria a todos los niños inocentes que perdieron su vida así.
Dentro del complejo de la iglesia de la Natividad se encuentra la iglesia de Santa Catalina.
IGLESIA DE SANTA CATALINA
Como con el resto de edificios de Belén, nada está dispuesto al azar. La tradición dice que éste es el lugar donde Jesucristo se apareció a Santa Catalina de Alejandría para predecir el martirio que ella viviría.
La iglesia fue declarada patrimonio mundial por la Unesco y es el lugar donde se celebra la misa de medianoche en nochebuena (retransmitida en vivo a todo el mundo). Impresiona, ¿verdad?
Se puede acceder a ella tanto desde el crucero norte como desde las cuevas subterráneas de la iglesia de la Natividad.
Bajo la iglesia se encuentran unas cuevas subterráneas que conducen a varios santuarios y tumbas. Aquí descansan Santa Paula, su hija y San Jerónimo. De hecho, se considera que fue aquí donde éste tradujo la biblia latina.
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La última iglesia que visitaremos hoy es La Gruta de la Leche, a pocos minutos de la Iglesia de la Natividad.
LA GRUTA DE LA LECHE
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Según una tradición del siglo VI, la Virgen María se escondió aquí con su hijo, antes de escapar a Egipto. María estaba amamantando a Jesús, cuando una gota de su leche materna cayó sobre la piedra. Milagrosamente ésta se tiñó de blanco.
Milagros a parte, es un lugar lleno de simbología y cariño. Cristianos, ateos desesperados y musulmanes de todo el mundo vienen a este lugar, demostrando su amor por la virgen pidiendo el favor de ser bendecidos por ella y así poder tener hijos cuando la situación no es fácil.
EL MURO DE PALESTINA
Israel y Palestina no solo están separados ideológicamente. Existe un muro de más de 700 kilómetros de largo y 7 de alto construido por Israel para separar la zona palestina.
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Algunas de sus obras son una niña cacheando a un soldado, ángeles pasando a través del mundo o una paloma con una rama de olivo y un chaleco antibalas con una diana en el pecho.
Son muchos más artistas los que han decidido colorear este guerra absurda. Estoy segura de que os parecerá una visita tan interesante como para nosotros.
Un poco indignados por lo que os contaré a continuación, volvemos a cruzar la frontera y a encontrarnos en Jerusalén.
¿CUÁL FUE EL PRINCIPAL Y ÚNICO PROBLEMA EN NUESTRA VISITA A PALESTINA EN UN DÍA?
El taxista. Sin dudarlo.
Al comenzar el día habíamos acordado con él un precio para visitar todos los sitios que teníamos en nuestra lista. Sitio por sitio fue poniéndonos inconvenientes. Según él no se podía subir al monasterio, no podíamos bañarnos en el Mar Muerto y pretendía que sólo visitáramos la iglesia de la Natividad.
Nos llevó a tiendas de amigos para que intentáramos comprar y, a pesar de que le dijimos que queríamos seguir visitando Belén, él se empeñaba en llevarnos a tiendas. Incluso se enfadó muchísimo cuando dijimos que queríamos ver el muro y prácticamente nos obligó a verlo en cinco minutos.
Mi experiencia en Palestina fue preciosa de no ser por este hombre que pretendía estafarnos. Salvo eso, el resto fue increíble. Cisjordania tiene paisajes y una historia increíbles. Que el miedo no os impida visitarla.
Es nuestro último día de viaje. Mañana tenemos el vuelo de vuelta, con escala en Ucrania antes de llegar a Madrid.
De corazón espero que algunas de nuestras vivencias os sirvan para ayudaros a planificar vuestro viaje o como inspiración si aún no tenéis un destino fijo.
Para pegarnos el último homenaje, decidimos salir a tomar algo y brindar por tanta diversión. A continuación os dejo todos los datos para que no os lo perdáis.
DE CERVECITAS EN JERUSALÉN
No hay mejor forma de cerrar un gran viaje y despedir al país que brindando en su honor.
Y encontramos un sitio súper guay para hacerlo.
Café Yehoshua es un restaurante, con un cierto aire a las bistró francesas y con un ambiente perfecto para tomar algo al caer la tarde.
Aunque su especialidad es la comida y la cena; sirven desayunos, cocteles y meriendas. Nosotros nos decantamos por su Yenoshua pancake; una tortita gigante con fruta, crema agria, sirope y crema de taína.
¡Estaba increíble!
17 Derekh Aza, Jerusalén 9238114
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De nuevo mil gracias por acompañarme. Nos vemos en el próximo viaje.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEERME!