Elegir cuál será tu nuevo destino.
Arrastrar a tu mejor amiga a viajar juntas allí unos días. Seamos sinceras, en este caso mi mejor amiga ya estaba más que IN en visitar Copenhague. Pedirte un par de vinos mientras organizáis el itinerario Sentarte en el avión imaginando todo lo que visitarás..
Y cómo no, el viaje. ¡Ay!, el viaje.
La felicidad de descubrir una nueva ciudad, un nuevo país. De recorrer sus rinconcitos, de probar su gastronomía..
Así que saca papel y bolígrafo y anota. Que hoy tienes una cita planeando un nuevo destino: Copenhague.
¡Espero que te encante tanto como a nosotras!
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Y ¿qué vamos a encontrar en nuestro primer día en Copenhague?
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¿QUÉ VISITAREMOS HOY?
- Llegada a Copenhague
- Palacio de Christiansborg
- Salón del trono
- Caballerizas reales
- Capilla de Palacio
- Subida a la torre
- Iglesia del Salvador
- Christiania
- Rundetaarn
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COPENHAGUE – DÍA 1
15 de marzo, son las 7:35 de la mañana y nuestro vuelo comienza a avanzar por la pista de despegue.
Los motores rugen, el avión acelera y, antes de ser conscientes, ¡estamos en el aire! El avión despegó desde la terminal 4 de Madrid con las primeras luces del amanecer; cuando la ciudad apenas se desperezaba.
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Un vuelo tranquilo, sin turbulencias, donde las nubes, nos dan la bienvenida a un nuevo destino tiñéndose de un color precioso.
Aterrizamos en Copenhague a las 10:55. Un viento frío nos da la bienvenida a la ciudad.
No nos importa, estamos acostumbradas a viajar a destinos nada cálidos.
Nos adentramos en el aeropuerto de Copenhague, listas y preparadas para descubrir una nueva ciudad juntas.
En esta ocasión vuelvo a viajar con una de mis mejores amigas, Alba; con quien ya he recorrido Bulgaria, Estonia, Letonia o Lituania.
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Antes de comenzar nuestro recorrido por la ciudad, compramos la Copenhague card , esta tarjeta incluye el acceso a la mayoría de atracciones turísticas, además de transporte público gratuito.
Además, podéis comprarla en función a las horas que estaréis en la ciudad, teniendo vuestra escapada cubierta y olvidándoos así de pagar. Os dejaré marcado los lugares que incluyen la entrada con el icono de una tarjeta para que os sea más sencillo a la hora de planificar vuestro viaje.
Se puede comprar online o en el mismo aeropuerto, y nosotras optamos por esta segunda opción por si teníamos alguna duda poder resolverla en el momento.
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También podéis comprarla aquí (os ahorraréis bastante tiempo).
Si volviese a Copenhague la compraría online. Perdimos mucho tiempo en la cola y la chica no supo explicarnos qué tarjeta se adaptaba mejor a nuestro itinerario. Además en Civitatis viene explicado al detalle.
Y ahora sí, nos ponemos en marcha para coger el transporte público (que viene incluido en la Copenhague card) y llegar a nuestro hotel.
Tenéis esta entrada donde os explico cómo llegar al centro de la ciudad al detalle. Espero que la visitéis para tomar nota. 🙂
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LLEGADA AL HOTEL
Salimos de la estación y nos dirigimos con nuestras maletas rodando sobre los adoquines hacia el hotel. La realidad es que está a menos de cinco minutos caminando de la estación, todo un acierto por nuestra parte al elegir.
Llegamos al hotel Urban House Copenhagen by MEININGER, donde nos alojaremos estos días. Un cambio de ropa, nos adecentamos un poquito y salimos de nuevo al frío de la ciudad.
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Ahora sí que sí.
¡Buenos días / buenas tardes, Copenhague! Estábamos deseando conocerte. Pero no podemos comenzar así. Nuestros estómagos rugen y tenemos por delante una tarde con varias visitas y no queremos que nos falten las fuerzas.
Reconozco que esperábamos un almuerzo mucho mejor para el día de hoy, pero casi todo está cerrado ya así que un par de tostadas y sandwiches nos hacen el apaño en The Living Room.
Y ahora ya, con fuerzas, ganas y mucha alegría, salimos a patear la ciudad con un destino fijo como primera visita: el palacio de Christiansborg.
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Eso sí. No sin antes hacer mil paradas.
Copenhague es una ciudad preciosa, con colores pastel adornando sus calles donde cada rincón merece una fotografía.
Nos adentramos en el encanto de Larsbjørnsstræde, una calle donde las fachadas de tonos rosados, amarillos y verdes nos acompañan. Caminamos hacia el sur, bordeando Strøget, la famosa calle peatonal (que visitaremos en otro momento).
A medida que nos acercamos al palacio la arquitectura cambia.
Por fin vemos los canales al final de Slotsholmen y el majestuoso palacio. Sin duda elegimos bien el destino. ¡Copenhague, eres tan bonita!
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Un par de fotografías más y nos adentramos en el mundo de la realeza.
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EL PALACIO DE CHRISTIANSBORG
La primera parada nos espera: el Palacio de Christiansborg.
Es una de las fotografías más icónicas ya que su silueta domina la ciudad. El palacio es un símbolo del poder danés; ha sido testigo de intrigas cortesanas, de decisiones políticas cruciales y banquetes de lujo.
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¡Pues vamos para adentro!
Christiansborg es una visit llena de contrastes; por una parte la opulencia real y por otra la solemnidad del poder político. Para aquellos que no sepáis el por qué, esto se debe a que el palacio alberga el Parlamento danés, la Oficina del Primer Ministro y el Tribunal Supremo, además de las salas reales aún utilizadas por la monarquía.
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Los puntos más interesantes de la visita son las Salas Reales o el Salón de los Caballeros; con su gran candelabro de cristal, colgando en el centro de la estancia, mientras que las paredes están adornadas con tapices que narran la historia de Dinamarca desde la era vikinga hasta el presente.
Es imposible caminar por aquí sin imaginarse los banquetes reales que se han celebrado aquí.
El recorrido nos lleva también a la Cocina Real, donde podemos admirar las vajillas de o los fogones donde se cocinaban los banquetes que deleitaban a la familia real y a sus invitados más ilustres. Además, del Salón del Trono, donde los reyes de Dinamarca celebran importantes eventos oficiales, como las ceremonias de estado. La estancia está decorada con oro y terciopelo rojo, un entorno que parece diseñado para impresionar y subrayar el peso de la corona.
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Por último, pero no por ello menos importante, podremos subir a la torre más alta de Copenhague, con sus 106 metros de altura.
La primera parte de la subida se realiza en ascensor que nos dejará en un nivel intermedio. Los últimos metros sí que se suben a pie por una escalera de caracol bastante pronunciada que lleva directamente al mirador y desde donde poder ver toda la ciudad.
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Nos recibe en la parte más alta de la torre un viento muy frío, nada que no esperásemos en Copenhague. ¿Qué más da? Las vistas panorámicas son espectaculares desde aquí: Copenhague se extiende en todas direcciones bajo nuestros pies.
Desde aquí vemos los barcos que cruzan el puerto, las bicicletas recorriendo las calles, y a la gente paseando desde una perspectiva privilegiada.
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HORARIO Y PRECIOS
- 10:00 a.m. y las 17:00 p.m
- 195 DKK para adultos
- Entrada incluida en la Copenhaguen card
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¡Vamos a por la siguiente visita del día!
Salimos del Palacio de Christiansborg, dejando atrás su majestuosidad y cruzamos el canal. En el agua se reflejan las fachadas de piedra y ladrillo, y las embarcaciones se balancean suavemente sobre ella.
Llegamos al puente Knippelsbro, que conecta Slotsholmen con Christianshavn, donde se encuentra es nuestra siguiente parada. Aquí el paisaje es diferente. Las calles están adornadas con casas de colores pastel brillantes. Hay bicicletas paseando y los cafés con terrazas te invitan a tomar algo calentito aquí; pero aún nos quedan un par de visitas y el tiempo apremia.
Y al fin llegamos.
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LA IGLESIA DE NUESTRO SALVADOR
Una fachada clásica se muestra ante nosotras. Abrimos sus robustas puertas y nos deslizamos en su interior. Y aunque también visitamos la iglesia, hay una parte de la iglesia que nos llama a gritos; su icónica torre.
La verdadera visita comienza con la subida de los 400 escalones que llevan a la cima de esta torre. Las primeras escaleras son de madera y están resguardadas en el interior de la iglesia. Conforme subimos, la luz natural empieza a filtrarse por las pequeñas ventanas.
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Cuando salimos al exterior, nos encontramos en la famosa escalera en espiral que rodea la aguja dorada de la torre.
El viento es muy fuerte, y el espacio se estrecha, pero el esfuerzo se ve recompensado de inmediato. Pero arriba las vistas son preciosas, incluso vemos el Palacio de Christiansborg a lo lejos, con sus elegantes tejados, las calles de Christianshavn serpenteando junto a los canales, y las torres de otras iglesias apuntando hacia el cielo.
También podemos ver Christiania, nuestra próxima parada; con sus vibrantes colores y edificios alternativos. O la ópera de Copenhague con su arquitectura vanguardista contrastando con los almacenes históricos que la rodean.
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HORARIO Y PRECIOS
- 09:00 a.m. y las 20:00 p.m
- 69 DKK para adultos
- Entrada incluida en la Copenhaguen card
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CHRISTIANIA, LA CIUDAD LIBRE Y SIN LEY
Llegamos ahora a una de las visitas que más curiosidad nos despierta. Christiania, la comuna libre de Copenhague, un rincón de la ciudad que desafía todas las reglas y leyes.
Se encuentra en el barrio de Christianshavn, y vendría a ser una comunidad autogestionada que desafía las normas convencionales y refleja un espíritu de libertad, arte y contracultura. Fue fundada en 1971 por un grupo de personas que decidieron ocupar un área militar abandonada. Actualmente es mucho más grande que esa pequeña área Christiania y se ha convertido en un espacio que atrae tanto a locales como a turistas curiosos por ver qué se cuece en su interior.
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Tan sólo 10 minutos a pie nos separan de Christiania.
Avanzamos hacia el sureste. Prinsessegade, es la calle que nos lleva directamente hacia Christiania; una vía arbolada con tiendas locales y algún que otro café. Nos damos cuenta de que estamos cerca ya que las paredes empiezan a cambiar, y empezamos a ver algún que otro grafiti.
Christiania, hemos llegado.
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Cruzamos la puerta de acceso y entramos en una mini ciudad llena de color.
Es una especie de museo de arte contemporáneo al aire libre. Murales y graffitis pintados en los edificios, «esculturas» hechas con materiales reciclados. Aquí el arte callejero es la norma.
Uno de los puntos más conocidos de Christiania es Pusher Street. ¿Y por qué es famosa esta calle? Aquí se puede comprar cannabis sin problema. De hecho, puedes comprar los cigarros ya liados (y evitarte el trabajo si no sabes hacerlo tú jajaja)
Por cierto, no se permite tomar fotografías en esta zona, y aunque es la ciudad sin ley, existen ciertas normas locales que hay que cumplir para evitar que los turistas no podamos entrar.
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Dentro de Christiania hay cafés y bares donde poder picotear o probar comida orgánica o vegetariana hecha con ingredientes locales. Además a veces hay músicos callejeros tocando sus canciones, por lo que la experiencia es más auténtica aún.
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HORARIO Y PRECIOS
- Christiania no tiene un horario establecido. Puedes visitarla a cualquier hora del día, aunque se recomienda hacerlo durante el día o al atardecer para disfrutar la visita.
- La entrada es gratuita.
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RUNDETAARN
El día casi llega a su fin, pero antes de que el sol se oculte del todo, nos espera nuestra última parada: Rundetaarn, la Torre Redonda.
Es justo la hora de la puesta de sol, así que queremos darnos prisa para verla desde lo más alto.
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Rundetaarn es antiguo observatorio, toda una joya de la astronomía danesa.
Una de sus caracteríscas más llamativas es la rampa en espiral que te lleva a lo más alto, donde poder ver toda la ciudad desde las alturas.
Este diseño tiene una explicación y es que permitía que los caballos tiraran de los equipos astronómicos (que solían ser muy pesados) hasta la cúspide.
Actualmente sigue manteniéndose tal cual era en el pasado y, reconozcámoslo, le da un toque muy guay al ascenso.
A medida que ascendemos, las ventanas ovaladas en cada giro de la rampa ofrecen fugaces pstales de Copenhague desde las distintas alturas, como si la ciudad te revelara sus secretos poco a poco.
Y al llegar a la cima, la panorámica es un cuadro perfecto de tejados y torres que se funden con el resplandor dorado del atardecer.
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Aproximadamente a mitad de camino, nos encontramos la Biblioteca de la Torre, un espacio que antiguamente contenía la colección de la Universidad de Copenhague.
Ahora es una sala de exposiciones temporales, normalmente de arte contemporáneo. Nosotras la visitamos a la bajada para no perdernos la puesta de sol.
En la zona más alta se encuentra el observatorio al aire libre. La recompensa tras la subida es una vista panorámica preciosa de la ciudad.
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La silueta de Copenhague se extiende en todas direcciones. Su torres e iglesias, los tejados de colores y los brillantes canales que cruzan la ciudad.
En un día claro incluso se puede ver el puente de Øresund, que conecta Dinamarca con Suecia.
HORARIO Y PRECIOS
- 10:00 a.m. y las 8:00 p.m
- 40 DKK para adultos
- Entrada incluida en la Copenhaguen card
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VUELTA AL HOTEL
La ciudad comienza a iluminarse con las farolas, casi es completamente de noche y nuestro día va llegando a su fin no sin antes hacer una parada para un chocolate caliente que ahuyente el frío mientras buscamos el metro para volver a casa.
Un último paseo y una parada en el súper cerca de nuestro hotel antes de invernar hasta mañana.
Ya habíamos leído sobre los precios de Copenhague así que decidimos buscar un hotel con cocina y así ahorrarnos el desayuno y la cena.
Nos marchamos a dormir con muchas ganas de seguir descubriendo la capital danesa, de momento ¡nos está encantando!
Espero que nos acompañéis mañana en nuestro recorrido por Copenhague.