Hace muchos años soñaba con vivir en Italia, en Florencia en concreto. Acababa de descubrir mi pasión por el arte justo cuando visité la ciudad por primera vez y en mi mente imaginaba pasar un año viviendo aquí y estudiando cada edificio, escultura y pintura de la ciudad. Soñaba con aprender a hablar italiano y leer libros antiguos de arte en su idioma original.
Finalmente esa larga lista se redujo y nunca pude vivir allí (aunque la esperanza es lo último que se pierder). A cambio lo compensé aprendiendo a hablar italiano, por eso cuando empezamos a mirar qué ciudades de Italia visitar, Florencia era una de las grandes candidatas (y casi directamente la elegida).
Florencia es una ciudad pequeña, pero inmensa a la hora de ser visitada. Es muy fácil orientarse y sentirse como en casa y, lo mejor, a cada paso que das encuentras un edificio bonito, una escultura que contemplar o unas vistas maravillosas. Ya lo decía Stendhal cuando visitó la ciudad por primera vez: «Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme». Espero que vosotros os enamoréis tanto como yo de la ciudad con este pequeña ruta ,eso sí, sin síntomas de su famoso síndrome.
Como siempre, empieza el día muy temprano y después de desayunar nos ponemos en marcha. Nuestro hotel en Florencia se encuentra a unos 3 minutos a pie de Santa María Novella, y aquí iniciamos la ruta.
..
..
..
Santa María Novella es una de las iglesias más importantes del renacimiento italiano, su construcción se inició en 1279 sobre una pequeña iglesia de monjes dominicanos y se terminó a mediados del siglo XIV, aunque no en su totalidad ya que la fachada tuvo que esperar y casi 100 años después un mercader florentino financió su realización, gracias a él pudieron usarse mármol de diferentes colores que le dan esa apariencia tan similar a la que veremos en la plaza del Duomo. Esta tarea se encargó a Leon Battista Alberti que, tras años de estudios matemáticos, realizó una fachada con una elegante armonía visual.
..
..
En la fachada encontramos elementos plenamente renacentistas como el rosetón, las volutas, la cruz latina, arcos decorativos, columnas toscanas y, lo que más me gusta, las dos flores a los lados de los rosetones (sé que puede parecer una tontería, pero unos meses antes de ir por primera vez a Florencia me hice mi primer tatuaje, cuando me planté ante esta iglesia, me dí cuenta que esas flores es la misma que yo me había tatuado, sin saberlo). La puerta de acceso se encuentra caminando a la derecha (la izquierda del templo), la entrada cuesta ….€por persona y justo antes de comprarlas encontraremos un pequeño jardín.
....
El interior tiene forma de cruz latina, con una planta dividida en tres naves. Seguro que la iglesia os sorprende por su amplitud ya que desde el interior parece que será más pequeña, esto es gracias al uso de los arcos centrales y su color. Dentro encontraréis muchísimas obras de arte como La Trinidad de Masaccio o el famoso Crucifijo de Giotto.
..
....
La Trinidad se sitúa justo frente a la puerta de entrada y es una de las primeras pinturas que demuestran el estudio de la perspectiva. Otra de sus curiosidades es que, al contrario de lo que se representaba en la época, aquí la Virgen María no aparece como una joven, sino que muestra sus arrugas y es una auténtica madre. En cuanto al Crucifijo de Giotto, cuelga justo en el centro de la nave central.
Otro de los principales atractivos de esta iglesia es la Capilla Tornabuoni, que contiene frescos de Ghirlandaio, y la Capilla Gondi, que alberga la única obra de Brunelleschi realizada en madera, el Crucifijo. La Capilla Tornabuoni es la capilla principal que se encuentra tras el altar y está dedicada a la Virgen María y a San Juan Bautista.
..
..
..
A la derecha encontramos la Capilla Strozzi, dedicada a Santo Tomas de Aquino. Dante aparece representado en El Juicio Final. También en esta zona encontramos el pequeño claustro, con escenas del Antiguo Testamento.
..
..
..
Para terminar nuestra visita a Santa María Novella, recorreremos el Gran Claustro, tiene aproximadamente unas 56 arcadas en el corredor interno. Se construyó entre 1340 y 1360 y doscientos años después Cosimo I de Medici financió la decoración de sus muros con frescos sobre la vida de santos dominicanos, escenas de la vida de Cristo y retratos de personajes importantes en la comunidad de la iglesia.
..
..
Cruzamos el río (con unas vistas preciosas; a lo lejos ya se adivina el Ponte Vecchio y hace un sol radiante) y nos dirigimos a la segunda parada del día, Il Carmine.
La entrada para visitar esta iglesia es gratuita (algo raro en Florencia). Fue construida en el siglo XIV, pero en 1771 sufrió un incendio que casi la destruye en su totalidad, por lo que la estructura actual es la que se reconstruyó un siglo después.
....
Lo más importante de esta iglesia es la Capilla Brancacci, que se visita desde el exterior, en el lado derecho y que es considerada como una de las más importantes de la época y conocida como Capilla Sixtina del primer renacimiento.
..
..
En pocos minutos llegamos a Il Santo Spirito. Al parecer la entrada es gratuita, pero cierra los miércoles, así que nosotras sólo pudimos ver el exterior, pero si vosotros hacéis una ruta similar en otro día de la semana, no dudéis en entrar ya que su interior alberga un Cristo crucificado realizado por Miguel Ángel cuando sólo tenía 17 años. Para mí lo más curioso de esta iglesia es su fachada iba a ser realizada por Brunelleschi, pero al no poder realizarla prefirieron dejarla en blanco.
..
..
Con cierta decepción de no haber podido entrar vamos a la siguiente gran parada del día, el Palazzo Pitti y los jardines de Boboli. Antes de hablaros de ellos me gustaría señalar que pasear por las calles de Florencia, mientras vas de un edificio a otro es un placer no sólo por la arquitectura de la ciudad, sino porque hay pinturas urbanas que captan tu atención y consiguen que esboces una sonrisa y cojas inmediatamente tu cámara para retratar ese detalle. Y para muestra, un botón.
..
..
El Palazzo Pitti es actualmente un enorme museo, pero hace años fue la residencia de los gran-duques de la Toscana y del rey de Italia. Su construcción se inició en 1458, la familia Pitti era una familia adinerada que luchaba con los Médici en ostentación de su poder y decidieron levantar este palacio. Desafortunadamente para ellos, el proyecto tuvo que ser abandonado por el elevado presupuesto que suponía, pero un siglo después la esposa de Cosme I de Médici lo adquirió, terminando su edificación y convirtiéndolo en su residencia.
Hasta ese momento había vivido en el Palazzo Vecchio, pero consideraron que el espacio allí era demasiado poco para ellos. Aún así, encargaron a Giorgio Vasari un corredor que conectase ambas residencias, este es el Corredor Vasariano (famoso ahora gracias a la película Inferno, así que para los que teníais dudas: sí, desde los jardines de Boboli se puede acceder al Palazzo Vecchio). El exterior tiene una fachada fácilmente reconocible, el arquitecto utilizó mampostería almohadillada de piedra que dan una apariencia dura y pesada, pero que recuerda a construcciones del antiguo Imperio romano y que acabó marcando tendencia ya que numerosos edificios intentaron recrearla.
Cuando comenzamos a planear el viaje decidimos no visitar el interior, leí varios blogs de viajes y, aunque es cierto que contiene muchísimas piezas en su interior, realmente salvo dos obras de Rafael, no había nada que llamara mi atención, pero claro, esta es mi opinión y quizás a vosotros sí que os apetezca recorrerlo.
..
..
Eso sí, no queríamos perdernos los Jardines de Boboli. La entrada cuesta 10€ por persona y se compra en el exterior, a la derecha (en el mismo sitio donde se compran las entradas para el palacio). Los jardines de Boboli son una de las zonas verdes más grandes de Florencia y forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Fueron construidos en 1549 por Cosimo I de Medici para su esposa. En su interior encontramos un anfiteatro, esculturas, grutas, fuentes y, por supuesto sus enormes jardines.
..
..
Estos jardines siguen un estilo renacentista, con motivos geométricos que a veces parecen un auténtico laberinto. En los jardines podemos visitar el Museo del traje (aunque realmente, a no ser que seáis amantes de la moda, no es una parada demasiado interesante). Debido a que se hicieron continuas ampliaciones, hay diferentes ambientes; las principales zonas que se pueden identificar son: el Viottolone y el Isolotto (la avenida que atraviesa la parte oeste donde encontramos esculturas mitológicas y de personalidades griegas y romanas), el anfiteatro (justo tras el palacio, donde además encontramos un obelisco egipcio), las fuentes y el jardín de los caballeros y las terrazas, desde donde se disfrutan unas vistas increíbles.
..
..
Por último en nuestra visita a estos jardines, encontramos las grutas. La que todo el mundo conoce gracias a la película Inferno es el Grotto di Buontalenti, una gruta decoradacon esculturas de Vincenzo Rossi da Fiesole. Fue construida entre los años 1536 y 1608 y sigue el estilo manierista tardío, está formada por tres cámaras de aspecto lúgubre, en la primera encontramos unos frescos y copias de los cuatro esclavos de Miguel Ángel, en la segunda las figuras de Paris raptando a Helena y en la tercera la fuente «Baño de Venus», todo adornado a su vez con estalactitas y estalagmitas que le dan ese aspecto de gruta.
..
..
Es casi la hora de comer y acabamos de llegar a uno de los rincones más fotografiados de la ciudad, el Ponte Vecchio. El primer puente se remonta al año 966, aunque obviamente no es el actual ya que debido a una inundación, en el año 1345 se reconstruyó en piedra. de la mano de Tadeo Gaddi. El puente se constryó como un sistema defensivo, siguiendo una armonía y proporciones numéricas.
..
..
Su estructura es simple, se sostiene sobre tres arcos (el principal de 30 metros y los otros dos de 27 metros). Las ventanas y el resto de elementos artísticos que hoy podemos ver fueron añadidos después por parte de los comerciantes que compraron los negocios que actualmente inundan el puente. Las primeras tiendas se remontan al siglo XIII y, aunque en un primer momento había tiendas de todo tipo, como carnicerías o pescaderías, el mal olor que causaban en la zona consiguió que en 1593 se decretase que sólo orfebres y joyeros podrían trabajar en esta zona, mejorando el bienestar de trabajadores y clientes. Gracias a este decreto, hoy es una activa zona comercial dedicada a la joyería.
..
..
Considerado como el puente en piedra más antiguo de toda Europa, se dice que fue aquí donde se origina la palabra «bancarrota», puesto que, cuando un mercader se quedaba sin dinero para pagar sus deudas, los soldados rompían la mesa donde vendía sus productos (banco-rotto) y, al no disponer de mesa, no podía seguir vendiendo.
..
..
Sea cierto o no, la realidad es que es una herencia histórica y cultural de la ciudad, que es uno de los puentes más curiosos que veréis y que las vistas desde él son preciosas. Aunque siempre hay mucha gente intentando hacerse una foto, y deberéis esperar un poquito para hacer una sin que aparezca nadie más.
Aunque sabíamos que esta zona es turística y, normalmente intentamos evitar comer en sitios donde los precios no son lo más ajustados a lo que realmente ofrecen, teníamos hambre y, después de echar un vistazo a un par de restaurantes, dimos con uno que nos pareció razonable y con una buena carta. Se encuentra en el paseo que hay desde el puente a la Gallería Uffizi, justo al lado del río. Se llama Trattoria Ponte Vecchio (pinchando en el nombre os llevará a su página web), pedimos el risotti mantecati dello chef y una lasagna al ragout; el precio no fue excesivo, nos atendieron muy bien (incluso nos aclararon un par de dudas que teníamos a la hora de visitar la ciudad) y tienen WiFi gratuito, así que si estáis por la zona y no sabéis dónde comer, os lo recomiendo totalmente (si vosotros sabéis de otro restaurante, dejadlo en los comentarios para probarlo la próxima vez que visite Florencia)
Después de comer caminamos hacia la Galería Uffici, pero ya tenemos las entradas compradas y nos sobra algo de tiempo así que preferimos visitar el corazón político de la ciudad, la Piazza della Signoria. Creo que no puedo describir con palabras lo mucho que me gusta esta plaza desde la primera vez que la vi, podría pasar horas y horas sentada o paseando admirando lo impresionante que es. Y, lo mejor, creo que cada persona que la visita, siente ese pequeño flechazo. Ya desde el siglo XIV ha sido escenario de grandes momentos históricos como el regreso de los Médicis en 1530 o la famosa Hoguera de las Vanidades instigada por Savonarola (si sois observadores podréis encontrar un círculo de mármol con una inscripción que muestra la localización exacta dónde él mismo fue quemado).
..
..
En esta plaza encontramos réplicas de algunas de las esculturas más importantes. Una de ella es la Fontana de Neptuno, una imponente fuente donde encontramos a Neptuno sobre una concha marina que actúa de carruaje, tirado por caballos y rodeado de sátiros, sirenas y tritones. Los italianos la conocen como Il Biancone ya que está realizado en el mármol más blanco que existe, el de Carrara. Fue un encargo de Cósimo I de Médici pero no fue muy bien recibida en sus inicios ya que la consideraban demasiado blanca y rígida, aún así tiene mucho simbolismo, Neptuno viene a representar los logros marítimos de la Toscana en esa época.
..
..
Justo al lado encontramos la estatua ecuestre de Cosme I de Médici, encargada por su hijo para honrarlo al escultor más importante de Florencia en ese momento, Giambologna. Fue una de las primeras estatuas de bronce ecuestres que representan a un caballo avanzando. A la izquierda de ambas figuras se alza el Palazzo Vecchio, pero como lo visitaremos en los próximos días no quiero desvelar mucho aún.
..
..
A la derecha del Palazzo encontramos la Loggia dei Lanzi, conocida así porque es el lugar donde acamparon los lanzichenecchi en el siglo XVI de camino a Roma. Se construyó entre 1379 y 1381 uniendo elementos góticos (como las pilastras y el coronamiento) con elementos clásicos (como los arcos) como edificio de actos oficiales y tribuna de oradores. De nuevo Cósimo I aparece en la historia de Florencia, ya que fue él quien mandó decorarla con esculturas (en un primer momento romanas).
..
..
Años más tarde se encargaron estatuas expresamente para esta loggia, como es el caso de la Decapitación de Medusa, de Cellini, que simboliza el fin de la República de Florencia (medusa) a manos de los Médici.
....
Las escaleras para acceder a esta loggia están custodiadas por dos leones al más puro estilo Médici y, una vez arriba, encontramos las réplicas del Grupo de Polixena, Menelao sosteniendo el cuerpo de Patroclo, Hércules contra el Centauro Neso y El rapto de la Sabina.
..
Aunque actualmente son todo réplicas, en su momento se exhibieron obras importantes, mostrando así el poderío de la ciudad (una ciudad donde el arte era un espectáculo extremadamente apreciado) y consiguiendo que cualquier ciudadano que caminaba por la zona, ya fuera rico o pobre, contemplara las obras y comentara la importancia de Florencia.
Nos ponemos en marcha a la Galleria Uffizi, ya teníamos las entradas compradas desde hacia un par de semanas. No queríamos arriesgarnos a hacer colas demasiado largas y perder tiempo, así que decidimos comprarlas por internet. Pinchando aquí os llevará a la página oficial; como siempre os digo, intentad siempre que compréis entradas hacer un pequeño chequeo ya que hay páginas que venden entradas falsas y podéis llevaros un mal momento.
..
..
Antes de entrar, tenemos que cambiar la reserva de las entradas por los tickets oficiales, para los que vayáis como yo, debéis hacerlo justo frente a la entrada del museo (aún así hay trabajadores de la galería que os indicarán el lugar exacto) y ¡empezamos a recorrer el paraíso del arte!
La Galería de los Uffizi está organizado como un pequeño laberinto, desde que entras y pasas el detector de metales hasta que realmente entras: tienes que subir un par de tramos de escaleras, y realmente no sabes si estás perdiéndote pisos o llegando al sitio indicado, pero ahí está también la magia de este museo, cuando parece haber terminado te das cuenta de que aún queda mucho más por recorrer.
..
..
El museo en sí ya es bonito, pero la cantidad de obras que lo adornan en orden cronológico lo hacen impresionante. Tiene forma de U con varias salas adyacentes y unos techos decorados con frescos que os harán sentiros aún más en la época renacentista. Originalmente este edificio no fue creado como museo, sino que debía ser el lugar para albergar a los magistrados, los asientos de los diferentes gremios florentinos y unas oficinas judiciales, de aquí viene su nombre ya que uffizi significa oficinas en italiano. Años después la última Médici, Ana María Luisa, donó el patrimonio de su galería al pueblo florentino y en 1765 la galería se abrió oficialmente al público.
En sus 17.000m² podemos apreciar la colección renacentista más importante del mundo con obras de artistas como Giotto, Filippo Lippi, Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Tiziano, Rafael, Caravaggio o Rembrandt; y son más de 10.000 personas al día las que visitan las instalaciones.
..
..
En sus salas dedicadas al gótico, encontramos obras de Giotto y Cimabue con retablos inmensos en tonos dorados. En los salones de los pintores del Renacimiento temprano vemos los primeros trabajos de Botticelli y los famosos retratos de los Duques de Urbino realizado por Piero de la Francesca. Si alguno de vosotros ha estudiado arte, seguro que reconoce el perfil de Federico da Montefeltro, quizás el más famoso de la época.
..
..
A pocos pasos de este díptico encontramos la sala más grande del museo, la dedicada a Sandro Botticelli. Quizás esta sea la sala más buscada y fotografiada de toda la galería. Tanto la Primavera como El Nacimiento de Venus son el principal reclamo y es casi imposible hacer una fotografía sin gente delante. Igualmente, en la galería encontramos otros cuadros del mismo artista que, aunque no son tan famosos, sí que tienen una técnica que no tiene nada que desear a los otros dos cuadros, como es el caso de Palas y el Centauro.
..
..
La Primavera fue realizada para los Médici, donde representa dioses clásicos. Para conocer realmente este cuadro, es necesario conocer la literatura clásica y renacentista, ya que contiene numerosas simbologías. El Nacimiento de Venus se realizó poco tiempo después, de nuevo para los mecenas de la ciudad, los Médici. De nuevo Botticelli incluye numerosas referencias y mensajes ocultos que consiguen calar en la sociedad y convertirlo en el referente que es actualmente.
..
..
Otra de las obras imprescindibles es el Tondo Doni de Miguel Ángel. En esta sala las paredes son de un rojo profundo, dando así un protagonismo diferente a las obras. Esta pintura es la única sobre soporte móvil del artista florentino, fue un encargo para Agnolo Doni, de ahí parte de su nombre.
..
..
En cuanto a esculturas, las más importantes es la copia del Laoconte que se encuentra en el Vaticano, el hermafrodita dormido y el torso del Doríforo. Si sois amantes del arte clásico estoy segura de que las conoceréis y os hará ilusión poder verlas.
..
..
Por último en cuanto a obras de arte me queda por mostraros El Bautismo de Cristo, realizada por Verrochio. Dicho así puede no deciros nada, pero fue una de las primeras obras en las que colaboró Leonardo da Vinci y en la que pudo demostrar su maestría, superando incluso a su maestro. Las otras dos son obra de Caravaggio, La cabeza de Medusa y Baco.
Una visita «medianamente decente» en la que poder visitar bien el museo puede durar 2 horas y media, os recomiendo además empezar a las 15:30 o 16:00, ya que es cuando menos gente suele haber en la galería y seguro que podréis apreciar mucho mejor algunas obras. Lo último a señalar de la Galleria Uffizi son las maravillosas vistas que tendréis durante el recorrido, tanto la cúpula de la catedral, como el Palazzo y el Ponte Vecchio se postrarán a vuestros pies.
..
..
Nos marchamos al cierre del museo. Ya ha oscurecido y la Piazza della Signoria muestra un aspecto muy distinto, creando un juego de luces y sombras (fundamentalmente con la escultura del David) que es digno de fotografiar. Desde aquí daremos un paseo hasta el hotel, caminando por la Piazza del Duomo, la misma que mañana recorreremos en profundidad (y entramos en un par de tiendas, es imposible estar en Italia e ignorar la llamada de la moda).
..
....
Cenamos en un restaurante cercano a nuestro hotel y nos marchamos a dormir, el día ha sido agotador y mañana nos espera otro igual.
Ci vediamo domani!