UN DÍA EN MONTSERRAT

QUÉ NECESITAS SABER SI QUIERES VISITAR MONTSERRAT

Es el conjunto montañoso sobre el que se alza el monasterio benedictino que guarda a la patrona de la comunidad catalana, la Moreneta; venerada por centenares de personas. Montserrat es un punto importante de peregrinaje para los más creyentes, una montaña magnífica para los amantes de la escalada y una visita casi obligada para los turistas y viajeros que se desplazan a Barcelona.

Para todos los que tenéis en mente visitarla, aquí tenéis toda la información necesaria. Hoy pasamos un día en Montserrat.

En el impresionante macizo de Montserrat, a unos 50 kilómetros de la capital catalana se encuentra el monasterio de la Virgen de Montserrat.
La cercanía con la ciudad condal y su enclave hacen que sea un destino casi obligado si vas a Barcelona. La mayoría de catalanes han visitado al menos una vez en su vida este lugar (de hecho existe una tradición en la que las parejas, tras casarse, visitan a la Moreneta para que les de su bendición) y muchos de los que se desplazan a Barcelona, emplean uno de sus días en esta excursión.

Hace un par de semanas, el programa Masterchef (sí, soy súper aficionada tanto a la gastronomía como a los programas relacionados) se desplazó allí para realizar la prueba de grupos.
Mi espíritu viajero me invadió al ver la belleza de este lugar y decidí planificar una mini escapada y conocer por fin Montserrat en directo.

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Hay diferentes formas de llegar a Montserrat dependiendo del tipo de trayecto que queramos hacer.

• La primera es por carretera, ya sea con coche propio o de alquiler. Deberéis tomar la autovía  A-2 por Bruc y desde allí al Collado de Can Maçana. Este recorrido permite las mejores vistas, ya que podréis ver las paredes más impresionantes de las montañas. Una vez que lleguemos allí, hay un parking antes de llegar al monasterio, en el que podremos dejar el coche por 6€ al día.
• La segunda opción es llegar también por carretera, a través de autobús. La compañía Autocares Juliá, que tiene autobuses diarios para ir y volver a Montserrat. Pinchando aquí os llevará a los horarios, los autobuses salen desde la estación de autobuses de Sants (en Barcelona) y desde la plaza del funicular (en Montserrat).

• Uno de los transportes más llamativos para acceder a Montserrat es el teleférico. Es de los medios más rápidos y el que mejores vistas ofrece. Pinchando aquí os llevará a la página que os muestra todos los horarios y precios.
  El teleférico se coge desde Plaza de España y sale cada hora. Nosotros íbamos a decantarnos por esta opción pero cuando llegamos a comprar los tickets, no había nadie en la taquilla. El precio son 10€ para un billete de ida y vuelta y 7€ en caso de un billete simple.
• La última opción, y la que elegimos nosotros fue el funicular o cremallera. Para escoger esta opción también deberéis dirigiros a Plaza de España, donde se debe tomar la línea R5, que enlaza tanto con el teleférico como el cremallera. Una vez llegados a Monistrol cogeremos el cremallera, que pasa cada 20 minutos y nos lleva a Montserrat en 15.
  En este enlace tenéis las tarifas y los precios; a la hora de comprar este ticket, tenéis la opción de combinarlo con la subida a la montaña y el trayecto a la Santa Cova. Sinceramente, creo que es la mejor opción, ahorraréis algo de dinero y os despreocuparéis de tener que comprar tickets.

Desde el funicular también hay unas vistas magníficas del paisaje y que os hará empezar a emocionaros. Mi consejo es que os sentéis al lado izquierdo, para poder tomar mejores fotografías.

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Una vez que llegamos a Montserrat es inevitable dedicar unos minutos a disfrutar del panorama y del entorno ante el que nos encontramos.
Creedme cuando os digo que no sabréis si mirar hacia abajo o hacia arriba; en ambos casos las vistas son inmejorables.

Hay veces que se nos olvida que no necesitamos ir a otro país para disfrutar de sitios increíbles. Normalmente tendemos a viajar fuera buscando ese sitio más bonito, con el monumento más llamativo, con una gastronomía más exquisita; y en España tenemos a nuestra mano pueblos y zonas rurales o de montaña por las que gente de otros países vienen a visitarnos.

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Empezamos nuestra visita recorriendo los puestos que hay nada más llegar, donde se venden productos típicos de la tierra.
El producto estrella es el queso en sus miles de variedades. En unos 3 minutos pudimos probar unos 15 tipos; te ofrecen una pequeña degustación para que elijas.

También encontraréis pan de higos, mermeladas, mieles, dulces y el famoso Mató, una especie de requesón que se suele comer como postre. Era inevitable que nosotros volviéramos sin un quesito bajo el brazo, nos encanta y, finalmente, nos decantamos por uno con pimentón exquisito.

Después de esta introducción  ¡empezamos la visita!

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Montserrat, aunque pueda parecer evidente, significa «montaña serrada» y no necesitas más que un vistazo de pocos segundos para ver que, efectivamente, parece haber sido tallada.

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Para llegar al monasterio debemos subir unas escaleras que van creando esa atmósfera casi de cuento y que nos va preparando para lo que encontraremos arriba. El entorno es inmejorable y la mano del hombre ha integrado el santuario perfectamente en la montaña.

Según la leyenda, en el año 880 se produce el hallazgo de la Virgen de Montserrat y se inicia su culto. En estos primeros años se construyen cuatro pequeñas ermitas, Santa María, San Acisclo, San Pedro y San Martín. No se sabe con exactitud cuándo se inician las construcciones del monasterio (se cree que en torno al siglo XI) en el lugar donde se encontraba la ermita de Santa María.

No pasó mucho tiempo hasta que este monasterio se convirtiera en santuario. Gracias a los donativos y limosnas de los fieles consiguieron que el recinto religioso creciese.

Entre los siglos XII y XIII se construye la iglesia románica y se realiza la talla de la Virgen que se venera actualmente. No es hasta el siglo XVI cuando se inicia la actual basílica de Montserrat. Sigue un estilo neoplateresco, aunque la imagen que luce actualmente no se corresponde con esta época. Durante la guerra de la independencia las tropas napoleónicas destruyeron el monasterio.

El motivo principal era la vista que se tiene desde aquí de los Pirineos; algo que no querían desaprovechar aunque para ello tuvieran que arrasar con cuanto encontraron.

El interior está decorado con esmaltes que representan escenas como la última cena o la multiplicación de los panes y los peces. La parte más impresionante (al menos para mí) es el camarín; con forma de capilla circular y tres ábsides en cuya decoración colaboró un joven Antonio Gaudí.

La leyenda dice que la primera imagen de la Virgen de Montserrat se encontró en el año 880.
Unos niños que pastoreaban por la zona observaron una luz en la montaña. Cuando se dirigieron a ella, encontraron la imagen en el interior de una cueva.

Al oír el hallazgo, el obispo de Manresa intentó trasladarla a la ciudad, pero la estatua pesaba demasiado a pesar de su pequeño tamaño,
Esto se interpretó como un deseo de la Virgen de permanecer en las montañas.

La imagen es una talla románica del siglo XII realizada en álamo, que muestra a la Virgen con el niño Jesús sentado en su regazo. En la mano derecha sostiene una esfera que representa el universo y que no está protegida tras el cristal, para que los visitantes puedan tocarla. Al estar realizada con madera oscura, a esta Virgen se la conoce cariñosamente como la Moreneta.

Las vistas desde el camarín nos dejan apreciar una panorámica del interior del santuario, donde podremos apreciar a la perfección cada detalle.

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A menos de 100 metros del santuario encontraréis el primer restaurante, el Restaurante Hostal Abat Cisneros.
En un primer momento era nuestra primera opción no sólo por lo bonito que nos pareció, sino también por su carta. El espacio que hoy funciona como comedor, durante el siglo XVI correspondía a las caballerizas; su arquitectura muestra roca viva en la pared y bóvedas de piedra. Su cocina es tradicional catalana y los precios van desde los 28€ el menú a unos 50€ por persona.

Las opciones más rápidas y económicas son el Bar de la Plaça, donde podréis comprar bocadillos; La Cafetería, donde igualmente encontraréis bocadillos, platos combinados y algo de pasta (además de bebidas) y el Buffet de Montserrat, situado junto al Mirador dels Apòstols.

La opción que elegimos nosotros fue el Restaurante Montserrat, en la planta inferior del Mirador dels Apòstols. Ofrece menús de 19€ y de 25€, dependiendo de los platos que os gusten más (ambos incluyen bebida, dos platos y postre). Lo bueno de este restaurante son sus vistas;  se puede contemplar toda la montaña, la Santa Cova y el valle de Llobregat.

Empezamos con un pa amb tomàquet y un chupito de sopa de marisco.
Como primer plato pedimos canelones y monchetas con almejas (un plato típico de la zona).
De segundo, bacalao y pato a la brasa y para endulzar la comida, una crema catalana.

¿Opinión sincera del restaurante? Nos quedamos con una sensación agridulce, aunque las vistas son preciosas, la comida no era excesivamente buena.
Los primeros platos estaban ricos, pero los segundos dejaron que desear y el servicio fue pésimo. Sinceramente, durante la comida pensábamos que hubiera sido mejor esperar y comer en el Abat Cisneros y para disfrutar de la verdadera gastronomía catalana.

Cuando terminamos la comida nos dirigimos al funicular que nos lleva a la Santa Cova, debéis cogerlo en la Plaça de la Creu, donde os señala el mapa.
En menos de 3 minutos en funicular estaremos en el inicio de este sendero, que nos llevará a la cueva donde apareció la Virgen de Montserrat.

Este serpenteante camino está adornado con los misterios de dolor y gozo de Jesucristo; representados a través de esculturas y estatuas religiosas. Entre estos misterios podremos encontrar uno realizado por Gaudí junto a Josep Llimona, que muestra la resurrección de Cristo.

El camino dura unos 30 minutos y durante el recorrido podréis disfrutar de un paisaje que te deja sin aliento. El horario para poder hacer esta caminata y visitar la Santa Cueva es de 9:15 a 17:30 desde el 19 de Marzo hasta el 1 de noviembre; y desde las 10:15  hasta las 16:30 el resto del año.

La Santa Cueva es una pequeñísima ermita enclavada en la pared de la montaña que guarda una imagen de la Virgen. Para los creyentes, este camino es especial por el contenido simbólico de los misterios y su fuerte tradición como lugar de peregrinaje y oración. Que los más ateos no se echen atrás, porque os encantará disfrutar de vistas como éstas.

El regreso al funicular se hace por el mismo camino, aunque hay un pequeño desvío a la derecha que va a Sant Miquel.

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Cuando volvemos a la plaza, cogemos otro dirección a la parte alta de la montaña.
Al parecer desde aquí se contemplan las mejores panorámicas de la montaña y del monasterio. Incluso se alcanzan los 1000 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Además aquí se encuentra el Aula de atura, donde se pueden encontrar datos de la historia de la montaña, su clima y su flora y fauna. Además se realizan paseos con diferentes niveles de dificultad y duración que se adaptan a todos los públicos.

Realmente no puedo opinar mucho de esta parte ya que, cuando llegamos arriba había tanta niebla y tanto viento que bajamos de nuevo directamente. Eso sí, las vistas desde el teleférico son impresionantes, se ve todo Montserrat (intentad pillar el primer vagón para poder disfrutarlas mejor y sacar buenas fotografías.

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Antes de marcharnos entramos en el Espacio Audiovisual, donde podréis escuchar cantar (en grabaciones) a la Escolania de Montserrat, uno de los coros de niños cantores más antiguos de Europa.

Si tenéis tiempo visitad el museo. Dentro se exponen obras de artistas como el Greco, Caravaggio, Berruguete, Picasso, Dalí o Monet; además de un sarcófago egipcio y objetos de Mesopotamia o la Grecia antigua.

Nos marchamos de Montserrat con una neblina que adorna aún más el paraje y que crea un ambiente mágico. Desde el siglo XIX, Montserrat es visitado por cientos de personas. Ya sea para adorar a la moreneta, para escuchar a la Escolania de la Abadía, o para realizar senderismo o escalada; Montserrat es una excursión magnífica y que podréis realizar en un fin de semana y sin necesidad de un presupuesto altísimo.

En España tenemos maravillas naturales como esta, así que ¿Qué esperáis para descubrirla?

¡MUCHAS GRACIAS POR LEERME!

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