Viajamos a Italia en 5 películas

La belleza que inunda sus calles, el gran número de obras de arte concentradas en poco espacio o lo cosmopolita de sus ciudadanos. Todo esto ha hecho que el hechizo que ejerce Italia traspase la gran pantalla y nos deje películas con estampas de sus diferentes ciudades, creando en el espectador las ganas de transportarse inmediatamente a esa plaza, a esa calle o a ese paisaje.

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Creo que uno de los primeros viajes que realizamos los españoles fuera de nuestras fronteras es a Italia.

La mayoría de institutos realizan el viaje de fin de curso a esta maravillosa ciudad; y el resto, el resto no puede resistirse a los encantos que ofrecen las ciudades italianas. Ser la cuna del renacimiento y la residencia de tantos artistas de renombre como Da Vinci, Miguel Ángel o Rafael, es un gran reclamo.

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Italia posee uno de los mayores patrimonios culturales e históricos. Por no hablar de la belleza de sus edificios renacentistas. Ante tanta belleza, uno se siente abrumado; de hecho, el turista puede sufrir una sobredosis de belleza artística; el conocido síndrome de Stendhal o síndrome de Florencia.

Para evitar estos síntomas, y para abrir boca a los que planeáis un viaje a este país o aún no tenéis destino para vuestras próximas vacaciones y queréis inspiración; hoy os traigo un post con películas rodadas en diferentes ciudades italianas que seguro os quitarán las dudas a la hora de elegir.

¡Abrochaos los cinturones, porque despegamos rumbo a Italia!

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Estoy segura de que la mayoría de vosotros, cuando pensáis en un viaje a Roma, os imagináis recorriendo la ciudad en Vespa. Pues la culpa de esa ensoñación ya universal la tiene Audrey Hepburn y esta película.

«La Ciudad Eterna» es el marco de esta aventura que mezcla el amor y la fantasía de una historia de cuento con el bullicio de las calles de la capital italiana tras la postguerra.
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Anna (Audrey Hepburn) es una princesa que recorre Europa para realizar visitas oficiales en los diferentes países.

En su parada en Roma, y tras intentar huir de las obligaciones que implican ser de la realeza, Anna se escapa de palacio para visitar la ciudad de incógnito. En una situación un tanto surrealista conoce a Bradley, un periodista norteamericano que fingirá desconocer la identidad de la princesa para conseguir una exclusiva.

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Bradley le propone pasar el día con él, consiguiendo que la joven decida vivir al margen de la vida de palacio recorriendo Roma. Lo que Bradley no esperaba es terminar enamorándose de la joven princesa, cambiando por completo el rumbo de la historia.
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La película tiene una historia bonita y divertida de amor; pero lo que realmente la hace tan especial es la escenografía.

Algunas de las localizaciones que encontraremos son el Foro Romano (es el lugar donde se conocen los protagonistas, la escena donde ella aparece acostada en uno de los bancos de piedra, sedada); la Plaza de España (donde Anna descansa comiendo un típico helado italiano); la boca de la Verdad, el Coliseo y el Panteón, o la Fontana di Trevi.

Sin duda un gran retrato de la ciudad romana que os encantará.

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En la década de 1960 saltó a la fama una película hoy conocida por todos y con una de esas escenas míticas difíciles de olvidar.

Sylvia, interpretada por Anita Ekberg, es una actriz de prestigio que encandila al Marcello, representado por el gran Marcello Mastroianni, un periodista romano que persigue a famosos por la Vía Véneto de Roma.

En una noche de desenfreno, los dos personajes se pierden por la Roma más artística y sonámbula y Sylvia decide protagonizar la maravillosa escena de la Fontana. Con un vestido de gala se desliza entre el agua de la Fontana di Trevi, retando a su pareja a hacer lo mismo mientras le llama «Marcello, come here».

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Obviamente, el protagonista, embobado ante la sensualidad de su compañera, decide hacerle caso y seguirla en su fantasía; consiguiendo así una de las escenas más bonitas y célebres de toda la historia cinematográfica.

Uno de los motivos por los que todos recordamos esta secuencia es porque representa esa ensoñación que tiene todo viajero al llegar a esta grandiosa fuente, zambullirse y contemplarla de cerca (si puede ser con nuestro propio Mastroianni mucho mejor).

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Pero ¿esta película sólo nos llevará a la Fontana di Trevi?

Obviamente no, son varias las localizaciones de Roma que la película nos deja ver, como la Cúpula de San Pedro del Vaticano; el primer lugar que visita Sylvia en Roma, seguida por un grupo de paparazzis.

Sylvia sube a la cúpula y aquí se produce el primer encuentro visual entre ella y Marcello.

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También podremos identificar la Plaza Barberini o la Via Veneto, una de las calles con más vida nocturna en los años 50.

Tengo que reconocer que tenía dudas de introducir esta película en el listado de películas porque, aunque la película muestra varios paisajes italianos; no es demasiado buena en cuanto a guión y a actuaciones. Peeeeeero, al fin y al cabo esta es una lista de películas que nos «transporten» a Italia y con The Tourist viajaremos a una espectacular Venecia sin necesidad de aviones.

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Johnny Deep encarna a Frank, un profesor de matemáticas americano que viaja fuera de Estados Unidos por primera vez para recuperarse de un fracaso amoroso. En su viaje conoce a Elise, una misteriosa dama inglesa que se cruza deliberadamente en su camino.
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Aunque la película no sea una obra maestra, consiguen retratar la mejor Venecia. De hecho el productor decía sobre la elección de la ciudad: «Tiene tantas caras. La arquitectura es única. La luz es única en el mundo: no hay ningún lugar como Venecia. La luz se refleja en los canales y brilla en las ventanas de una forma mágica. La película está llena de giros inesperados y esa intriga, junto con el personaje que representa la ciudad, forman el matrimonio perfecto.»

Los que ya conozcan Venecia identificarán la Plaza de San Marco y el Palazzo del Dux; los estrechos callejones de la ciudad y sus numerosos puentes como el Rialto, el Gran Canal o el de San Barnaba. Además de mostrarnos el interior de algunos palacios o el lujoso Hotel Danieli.

Damos un pequeño salto espacial y de género cinematográfico y nos trasladamos a la Florencia más siniestra (aunque no por ello menos bella) de la película Hannibal; un perturbador thriller basado en la novela de Thomas Harris y la secuela de la conocida «El silencio de los corderos».

Esta segunda parte se ambienta diez años después de que el doctor Hannibal Lecter haya escapado del hospital de máxima seguridad donde se encontraba recluido. Ha trasladado su residencia a Italia y una de sus víctimas, Mason Verger decide invertir una herencia recientemente heredada en cumplir su venganza.

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En Mayo de 200, el equipo de rodaje se desplazó a Florencia para todas las escenas de la mayor parte de la película. El director (Ridley Scoot) quedó tan impresionado con la magnificencia de la ciudad toscana que la convirtió casi en una participante más; pero mostrando una Florencia nueva y algo más aterradora.

Gracias a esta película, algunos comercios como la farmacia de Santa María Novella se han hecho populares e incluso reciben visitas (esta farmacia es donde acude Anthony Hopkins para comprar jabón de almendras para Clarice).
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Entre los escenarios de la película podremos apreciar la biblioteca del Palazzo Capponi, donde trabaja Hannibal Lecter con la identidad de doctor Fell; las escaleras del Spedale degli Innocenti, un antiguo orfanato considerado como la primera obra de Brunelleschi; la Piazza della Signoria (corazón de la ciudad); el Ponte Vecchio y sus comercios (aquí es donde compra la pulsera de plata); la Sala dei Gigli del Palazzo Vecchio o la Santa Croce.

¡Incluso hay un tour por Florencia para recorrer la ciudad de Hannibal!

Una manera más intrigante de enamorarse de Florencia, aunque no por ello menos atractiva.

No podía faltar en nuestro recorrido La vida es bella, de Roberto Benigni.

Aunque estoy segura de que la mayoría de vosotros habéis pronunciado el «Buenos días princesa» o habéis derramado alguna que otra lagrimilla; para los rezagados que aún no habéis visto esta maravilla de película aquí os dejo la sinopsis.

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Guido, un italiano de origen judío es una persona alegre por naturaleza y que sabe buscar siempre el lado bueno de la vida; trabaja como camarero en el restaurante de su tío para cumplir su sueño: abrir una librería.

Un día conoce a Dora, una profesora, de la que se enamora profundamente y a la que intentará conquistar con todas sus armas y locuras que se le cruzan por la cabeza; y que finalmente acaba abandonado a su prometido y su vida acomodada para casarse con Guido.

Años más tarde han formado una familia, tienen su ansiada librería y un hijo llamado Josué. Pero su felicidad se ve interrumpida cuando él, su hijo y su tío son enviados a un campo de concentración.

Dora, que no consta como judía, decide seguir a su familia a ese cruel final. Para evitar que Josué sufra y se dé cuenta de la realidad, le cuenta que están allí para participar en un concurso: el primero que llegue a mil puntos conseguirá un tanque de verdad. Para ganar debe esconderse de los alemanes y otras reglas que Guido va inventando sobre la marcha para proteger a su hijo.

Aunque toda esta última parte está centrada en un campo de concentración nazi, la primera parte está ambientada en la ciudad de Arezzo, un municipio en la Toscana, en la carretera que una Roma y Florencia.
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En la película nos muestran varias calles y plazas de la ciudad (como la Plaza Grande de Arezzo), al igual que comercios que hoy en día siguen manteniendo el mismo aspecto y que son un reclamo para los que deciden introducirse en el mundo de Benigni.

También aparece la Villa Masini de Montevarchi que en la película es, al mismo tiempo, la casa de Dora y el Grand Hotel, donde Guido trabaja de camarero.

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¿Me recomendáis alguna película con vistas a nuestro vecino país?

¡MUCHAS GRACIAS POR LEERME!

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