Visitar Atenas en dos días

DÍA 2: LOS MUSEOS ATENIENSES, EL ÁGORA, EL FORO ROMANO Y LAS MEJORES VISTAS DE LA CIUDAD

¡Ay, amigos virtuales! Que sí, que he descubierto el secreto de la felicidad. Aristóteles decía que todos los hombres la perseguían (no le faltaba razón). Que algunos son felices ganando dinero; otros, recibiendo honores, y otros viajando. Yo pertenezco a este tercer grupito, pero lo siento latiendo con más fuerza en mi corazoncito en Grecia.

Ser feliz es pasear con el solecito iluminando el mármol de los edificios antiguos, es una ensalada bien cargada de queso feta disfrutando de la brisa; es un paseo por la ciudad y por el pasado y es terminar el día con un yogurt con miel y nueces.

Hay destinos que te aportan experiencias que parecen atraparte. Te hacen sentir en casa por muy lejos que estés de ella. Te abrazan y te dan una bienvenida tan cálida que no te marcharías nunca jamás.

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A mi me pasa eso con Grecia. Me evoca a su pasado glorioso pero a la vez me transmite su cotidianidad actual y esto me ha enamorado.
Es cierto que se considera una ciudad sin medias tintas; o la amas o la odias. Considero que quizás, aquellos que no entienden su belleza es porque no llegan a ubicar la antigüedad de su pasado y la suerte que tenemos de mantenerlo en nuestro futuro.

Yo sin embargo disfruté tanto recorriendo sus calles..

¿Y cuál es el plan para hoy?

Si ayer paseábamos por sus edificios, el plan de hoy es entender la cultura griega desde dentro. Desde sus museos (y algún rincón que otro que quedó en el tintero).

¡Empieza el día!

Ayer descubrimos los puntos más importantes de la ciudad. Pero quedaron muchos otros pendientes que estamos deseando conocer. Así que con toda la alegría de seguir conociendo Atenas, salimos a la aventura.
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La primera parada del día es el ágora antigua.

Una de las cosas más importantes que debéis saber del Ágora griega es que su horario es de 8:30 a 15:00; por lo que tenéis que tenerlo muy en cuenta a la hora de organizar vuestra visita.

El centro de la vida social, política y comercial de la ciudad era el ágora. Aquí se celebraban eventos como las elecciones, actuaciones teatrales, algunas celebraciones religiosas y debates políticos. Se dice que es donde Sócrates impartía clases de filosofía.
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Dentro del Ágora podemos encontrar varios elementos como la vía procesional (donde se celebraba la procesión de camino a la Acrópolis), el templo de Hefesto, la Stoa de Átalo o la iglesia de los Santos Apóstoles.

• El Templo de Hefesto es el templo mejor conservado de Atenas. Es de estilo dórico, del siglo V a.C y estaba dedicado a Hefesto y Atenea.
• La Soa de Átalo fue una donación del rey de Pérgamo para albergar el centro comercial de Ágora. En sus dos pisos de planta rectangular albergaba unos 42 comercios en total. Actualmente es un museo.
• La Iglesia de los Santos Apóstoles, que fue construida en el siglo X d.C. 

Al estar totalmente rodeada de zonas verdes, el Antiguo Ágora es una zona increíble para pasear y desconectar del ruido de la ciudad.

El recorrido total al recinto son 2 horas, pero si vais a los puntos concretos podéis reducir el tiempo en caso de tener pocos días para visitar la ciudad.

¡Seguro que os encanta!

Nos vamos ahora a la segunda parada de nuestro día; la plaza Syntagma. Es el lugar donde el pueblo griego se rebeló en 1843 y ordenó al rey a redactar una constitución para el país.

Aquí se encuentra el Parlamento (del siglo XIX) y la Tumba del Soldado desconocido, que se encuentra custodiada día y noche por dos guardias vestidos con el uniforme tradicional. El cambio de guardia se produce cada hora, aunque el más famoso es el domingo a las 10 de la mañana.

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Hasta hace bien poquito era la estrella de los museos en Atenas.

El Museo de la Acrópolis es un competidor duro de roer. Aún así, el Museo Arqueológico se enorgullece de albergar la mayor colección de toda la Grecia antigua. Si queremos entender la historia del país y remontarnos a sus orígenes, estamos en el lugar idóneo; ya que se remonta a épocas neolíticas.

En total encontramos más de 20.000 piezas que incluyen cerámica, joyería, armas y utensilios y, por supuesto, obras de arte y esculturas de la época clásica.

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El precio de la entrada son 12 € desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre y 6 €  el resto del año. Como los horarios son variables en función a la época del año en el que lo visitéis, clicando aquí podréis verlos para planificar vuestro viaje mejor.

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¿Y QUÉ OBRAS PODEMOS ENCONTRAR EN ESTE MUSEO?

A continuación os dejo algunas de mis preferidas:

• La Máscara de Agamenón: Realizada en oro y encontrada en la tumba círculo A de Micenas.
• Kouros de Sounio: Una escultura en mármol del año 600 a.C.
• Atenea de Barvakeio.
• El Diadúmeno:  La estatua de un deportista fabricada en mármol. Se tomó como canon de belleza durante mucho tiempo.
• Estatua de bronce de Zeus o Poseidón: Se encontró en el fondo del mar cerca del cabo Artemisio. Tiene una altura de más de 2 metros.
• Afrodita, Pan y Eros.
• La estatua de bronce del emperador Octavio Augusto. Pertenece al periodo romano.

Aunque en el museo encontraréis infinidad de obras y seguro que en este listado podéis incluir alguna más que se convertirán en vuestras favoritas.

El espacio más famoso, tras la Acrópolis, de Atenas es el antiguo foro romano.

Durante mucho tiempo, la ciudad fue ocupada por el Imperio Romano; gracias a esto, hoy conservamos un legado arqueológico muy importante. Entre estos restos se encuentran el antiguo mercado de la ciudad y una plaza pública (además de la biblioteca de Adriano que visitamos ayer).

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Para acceder al foro debemos cruzar la Puerta de Atenea Arquegetis.

Por suerte, la mayor parte del foro se encuentra en tan buenas condiciones, que podemos hacernos a la idea de lo impresionante que fue cuando se construyó.
Esta puerta está construida en mármol del monte Pendelis y está dedicada a la diosa Atenea, patrona de la ciudad. Tiene cuatro columnas dóricas sobre un zócalo y un frontón descansando sobre ellas.

Tras cruzarla llegamos a una plaza de 11 metros de ancho por 98 de largo; totalmente rodeada de una columnata de estilo jónico, delimitando así el mercado. En su origen el suelo era también de mármol. Aquí se reunía el pueblo y se desarrollaba la actividad comercial de la ciudad.

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Dentro del foro romano, uno de sus elementos más significativos es la Torre de los vientos.
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La Torre de los Vientos se construyó en el siglo I d.C y se utilizaba como reloj solar, reloj hidráulico y veleta. para indicar de dónde venía el viento.

En total tiene 12 metros de altura y tiene forma poligonal. Su parte superior está decorada con relieves de mármol representando los efectos climáticos que acompañan al viento como la lluvia, el frío, la nieve.. Además, cada viento aparece representado por su respectivo dios.

Aunque si interior había permanecido cerrado durante la mayor parte de la historia moderna de Grecia, tras su restauración se puede visitar su interior (y nosotros fuimos unos de los que tuvieron esa suerte).
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Si sois amantes del deporte y de las Olimpiadas, no podéis perderos el estado Panateinaco.

Grecia es la cuna de las Olimpiadas, ya en la época antigua se celebraban. En 1869 se inició la construcción en mármol blanco de este estadio que serviría de sede a los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna celebrados en el año 1896.

La visita os enseñará la historia, no sólo del estado, también de todas las Olimpiadas donde podréis ver los carteles y las antorchas de años anteriores.

El horario de visitas es de 8:00 a 19:00 de marzo a octubre, y el resto del año hasta las 17:00 y el precio de la entrada son 5€.

Uno de los mejores miradores de la ciudad se encuentra en la colina de Filopapo.

Esta colina se encuentra apartada de las calles de Grecia. Para llegar se accede por calles empedradas hasta alcanzar los 150 metros sobre el nivel del mar. Desde aquí se puede disfrutar de unas vistas maravillosas de la Acrópolis

¿Y quién era Filopapo? Julio Antíoco Filopapo fue el último príncipe del reino de Comagene. De hecho, en la parte superior de la colina encontramos un monumento funerario en su honor.

Este monumento consta de tres nichos con estatuas de reyes sitios y, en su momento, albergaba el sarcófago de Filopapo.

Volviendo a la calle principal para visitar nuestra última parada del día, llegamos a la Iglesia de Agios Dimitrios Loumbardiaris.

Nos encontramos ante una iglesia bizantina construida en ladrillo, mármol y cerámica incrustada del periodo en el que Atenas sufrió la ocupación otomana. La iglesia está consagrada a San Demetrio y tiene una sola nave abovedada.

Su interior alberga iconos y frescos.

La leyenda dice que esta iglesia fue utilizada por los cristianos como refugio durante el ataque otomano.

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Unos metros después de la iglesia, encontramos la prisión de Sócrates.

En el siglo IV a.C, el filósofo Sócrates fue condenado a muerte. En esa época no existía la libertad de expresión. Sócrates hablaba continuamente de que los dioses ancestrales no existían y fue llevado a un tribunal. Allí se le condenó a muerte al demostrarse contrario al régimen tirano de Critias.

Según cuentan, el lugar donde Sócrates pasó sus últimas horas de vida fue esta prisión; totalmente excavada en una roca. Aquí podría haber sido el lugar donde Sócrates tomó cicuta; rodeado de su familia y algunos de sus amigos y discípulos.

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Llegamos a la joya de la corona en cuanto a museos se refiere.

El nuevo Museo de la Acrópolis se inauguró a finales de junio de 2009 y es todo un éxito. Su interior alberga todas las piezas encontradas en las excavaciones de la zona y las colecciones que se exhibían en el anterior museo (junto al Partenón). Para los menos entendidos en arte y que buscan el plato fuerte, lo encontrarán en la planta superior. Aquí se muestra una reconstrucción con los elementos originales del friso y metopas del Partenón.
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Pero si sois amantes del arte como yo, o habéis estudiado un poquito sobre la escultura griega clásica; disfrutaréis de una colección que comienza con los kuroi hasta llegar a las cariátides originales del Erecteión (y así preservarlas del desgaste meteorológico).

La visita comienza en la planta cero. Aquí se encuentra la exposición dedicada a las laderas de la Acrópolis. Es el lugar donde se encuentran los restos encontrados en las excavaciones de (como bien dice su nombre) las laderas del monte.
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Aquí había templos antiguos como el Hecatompedón, de hecho se exhiben las esculturas del antiguo frontón.

En la primera planta encontramos las obras arcaicas. Pero justo antes nos encontramos con las impresionantes cariátides frente a frente. En esta planta podremos disfrutar de las korai y kuros como el moscóforo.

La tercera planta, como ya os decía, es la sala dedicada al Partenón. Una reproducción a tamaño real y con la misma orientación que el original; eso si, con los relieves originales. Y justo en frente, el edificio real; contemplando desde las alturas.

Seáis o no amantes del arte, este museo es todo un espectáculo. Es impresionante contemplar de cerca los elementos reales que un día adornaron el Partenón y, sobre todo; ver cómo fue evolucionando el arte en la época griega.

De unas esculturas rígidas, sin movimiento y con rasgos casi caricaturescos, a esculturas que marcan cada músculo y retratos idealizados con un canon de belleza que que impuso en todo el imperio.

Hasta aquí nuestra hazaña de visitar Atenas en dos días. A partir de mañana visitaremos los alrededores de Atenas; concretamente Meteora, Delfos, Micenas y Epidauro.

Como siempre, espero que me acompañéis también en esas aventuras y que mi experiencia os sirva para animaros a conocer este precioso país y para conseguir algo más de información.

¡MUCHAS GRACIAS POR LEERME!

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